
Sucesos
El asesino llamó al padre de la víctima para decirle que había saldado cuentas con el crimen
Los agentes sacan el cuerpo sin vida de la víctima del lugar del siniestro.
Eran aproximadamente las 12.15 horas de ayer cuando varios vecinos de la finca número 3 de la Plaza de España, en Elche, oyeron dos golpes secos y segundos después otro ruido sordo. Ninguno supo a ciencia cierta qué había ocurrido en el inmueble hasta que se oyó el sonido de las sirenas y los vecinos comprobaron desde los balcones que algo gordo debía haber pasado al ver entrar muchos agentes, tanto de la Policía Nacional como de la Local.
Supieron entonces que los golpes no eran tales, sino el ruido producido por al menos tres disparos de escopeta de caza. El drama se había representado en la quinta planta, delante de la puerta 1 donde reside José B. B., un hombre de 49 años, que vive solo al estar separado de su mujer hace varios años. En el suelo, delante del ascensor, en medio de un charco de sangre y de restos humanos, estaba el cuerpo de un joven destrozado por los impactos de los tiros a bocajarro. Una visión dantesca.
Sobre las 12.20 horas, el teléfono de emergencia 112 recibió una llamada de un hombre. Explicó que acababa de matar a un joven, con una escopeta, en su casa, y dio su dirección. Minutos después, desde la Comisaría de Elche se verificaba la validez del mensaje telefoneando al número del móvil desde donde se había efectuado la llamada.
El supuesto asesino confirmó los hechos y aseguró al policía que no iba a huir y que esperaba su llegada en casa. Precisó que se encontraba todavía en la escalera. Los policías se toparon con una visión dantesca al llegar al rellano. Los trabajadores del SAMU ni siquiera intervinieron. El fallecido presentaba un tiro en el costado, a la altura de la nalga. Éste le había atravesado los intestinos. Otro tiro le entró por la espalda y el tercero le destrozó el cráneo, produciéndose pérdida de masa encefálica.
El asesino esperaba tranquilamente a la Policía, en su vivienda. Ahí mismo relató lo sucedido. Supuestamente, José explicó que había compartido un negocio con el padre de la víctima, quien es corredor de fincas. Aunque José era camionero de profesión, todo indica que estuvo en trato con el corredor para comprar una finca en Almansa o intermediar en la operación.
Las mismas fuentes recalcaron que el detenido puso dinero, pero la operación salió mal. Presuntamente, el corredor se volvió atrás y José B.B. perdió su vivienda y cuanto tenía. De hecho, los vecinos explicaron que hacía unos doce años que vivía en el inmueble, donde compró la vivienda, pero precisaron que la había vendido, aunque vivía de alquiler en la misma. Todo apunta a que el asesino se había citado ayer con el padre del fallecido, presuntamente para arreglar cuentas. Pero, el padre no acudió y en su lugar fue su hijo., D. N. P., de 21 años. Tras consumar la supuesta venganza, el homicida llamó al padre de la víctima y le dijo : "Quiero que sepas que he matado a tu hijo y que hemos saldado las cuentas".
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