viernes, 25 de abril de 2008
La Policía Local denuncia a casi 300 ciclomotores por ruido en sólo 4 meses
La Policía Local denuncia a casi 300 ciclomotores por ruido en sólo 4 meses
Con la llegada del buen tiempo, los agentes intensifican los controles tanto en el casco urbano como en pedanías
Con la llegada del buen tiempo, aumenta el exceso de ruido provocado por ciclomotores y motocicletas. Y por un doble motivo. Por una parte, porque el calor y la ausencia de lluvias anima a los usuarios a utilizar preferentemente este medio de transporte de dos ruedas y, por otra, a que es más frecuente abrir ventanas y persianas en las viviendas, con lo que los decibelios se dejan notar más en el interior.
Por este motivo, coincidiendo con el final del mes de abril y el principio del mes de mayo, la Concejalía de Seguridad y Circulación, que dirige Nuria Fuentes, intensifica los controles de ruido que lleva a cabo la Policía Local de Murcia.
Ayer, por ejemplo, los agentes montaron un control en la calle Puerta Nueva, tanto por la mañana como por la tarde. Su objetivo era, fundamentalmente, hacer el alto y comprobar el estado del tubo de escape de ciclomotores y motocicletas, aunque también comprobaban si el usuario tenía el seguro en regla, si llevaba o no el casco reglamentario y la documentación del piloto y del vehículo en regla.
Sólo en lo que va de año -apenas cuatro meses-, la Policía Local ha realizado un total de 290 denuncias, más que en todo el 2007. Concretamente, entre el 1 de enero y el 23 de abril, la Policía Local ha realizado 74 controles en el casco urbano y en pedanías, con un total de 538 vehículos sometidos a control de ruidos.
El tipo de denuncias son de dos tipos. Si el exceso de ruido se halla entre 93 y 97 decibelios, lo que está prohibido por la normativa actual, se le multa, pero si el nivel de ruidos es de 98 decibelios o más, no sólo se le sanciona, sino que el vehículo tiene que quedar inmovilizado y ser trasladado al depósito municipal, bien por la grúa o bien si el particular tiene algún medio -furgoneta o camión- donde lo pueda llevar cargado o remolcado. En ambos casos, la sanción económica es de 300,51 euros, pero el infractor tiene un plazo de 15 días para solventar el problema de la moto -ponerle el silenciador o arreglar el tubo de escape- y pasado ese tiempo, el vehículo pasa una nueva inspección y si no supera los límites de ruido permitidos, la sanción económica se anula.
Sólo en el caso de que el vehículo haya tenido que ser trasladado al depósito municipal por la grúa, tendrá que satisfacer la tasa de 25,6 euros por el traslado y si deja el vehículo más de 24 horas en el depósito municipal, y por cada día que pase allí, tendrá que pagar otros 2,55 euros. Fuentes de la Policía Local explican que «la sanción tiene un carácter ejemplarizante y no hay ningún afán recaudatorio, como se deduce del hecho de que si solventan el problema la sanción se anula».
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