miércoles, 9 de junio de 2010

Retenciones entre Santurtzi y Muskiz, donde sólo funciona un carril desde el accidente de ayer


El siniestro, en el que se vieron envueltos dos camiones y dos turismos, obligó ayer a cortar la A-8 en sentido Cantabria
La autopista A-8 en sentido Cantabria registra esta mañana retenciones a la altura del kilómetro 135 en Muskiz (Vizcaya), donde uno de sus carriles permanece cortado desde ayer tarde debido a un accidente entre dos camiones y dos turismos. Según ha informado el departamento de Interior, el siniestro ocurrido ayer tarde continúa causando problemas de tráfico esta mañana y a las 08:00 horas el tráfico era complicado en ese punto donde el carril izquierdo de la autopista permanece cerrado y por tanto, la circulación en sentido Cantabria se ve limitada a un carril.
Continúan las labores de limpieza de la vía en ese punto, próximo al puente de La Arena, y los técnicos tendrán que valorar si es necesario volver a asfaltar la carretera en ese punto, por lo cual se mantiene la previsión de que, por lo menos a lo largo de ésta mañana, la autopista funcione sólo con un carril.
La lluvia estuvo a punto de provocar ayer una tragedia en la A-8 y volvió a llevar el caos circulatorio a buena parte de Vizcaya hasta bien entrada la noche. La autopista quedó completamente cortada en sentido Cantabria desde las seis menos cuarto, cuando dos camiones y un par de coches se vieron implicados en un aparatoso accidente a la altura de Muskiz, que se saldó con el traslado de los dos camioneros, de 25 y 47 años, al hospital de Cruces. El estado de uno de ellos era grave.
El accidente ocurrió en uno de los puntos negros de la A-8 hacia la comunidad vecina: la pronunciada pendiente existente en el kilómetro 135 que conduce hacia el puente de la playa de La Arena, escenario habitual de choques que se multiplican con malas condiciones climatológicas. Precisamente, el suceso tuvo lugar a la hora en que una persistente lluvia barría la zona.
En ese momento, y según relataron varios testigos, un camión que subía la pendiente en dirección Bilbao comenzó a dar bandazos en una zona de curvas. El conductor del vehículo perdió el control del mismo por causas que se desconocen, cruzó la mediana y en un desesperado intento por frenar su marcha acabó girando sobre sí mismo hasta quedar en el sentido contrario al que circulaba.
Conductor atrapado
La invasión de los dos carriles hacia Cantabria hizo que chocara con un camión cisterna que iba por esta ruta. La brutal colisión provocó que el conductor de este segundo transporte quedara atrapado en su cabina y que parte de su carga, alquitrán, se derramara sobre la calzada. También se vieron implicados en el siniestro dos coches particulares que en ese momento descendían la cuesta hacia el puente y que sólo sufrieron golpes de chapa.
Mientras el conductor del primer camión pudo bajar al arcén por su propio pie, una unidad de Bomberos tuvo que emplearse a fondo para rescatar al camionero del vehículo cisterna del amasijo de hierros en que se había convertido su cabina. Una ambulancia medicalizada con UVI móvil le trasladó al hospital de Cruces, donde quedó ingresado con pronóstico grave. Fue entonces cuando los dos carriles hacia Santander quedaron cortados al tráfico, así como uno de los que se dirigían a Bilbao.
El corte de la A-8 en una hora de intenso tráfico provocó un caos circulatorio. Las caravanas llegaron hasta la recta de Max Center, casi siete kilómetros de retenciones que afectaron a todas las salidas de los municipios de la zona: Portugalete, Santurtzi, Muskiz, Ortuella... Las patrullas de la Ertzaintza que se desplazaron al lugar del accidente trataron de aliviar la situación dando paso a los vehículos a través de la N-634 en su salida hacia Gallarta. A última hora de la tarde, las colas persistían. A las nueve de la noche, la Ertzaintza hablaba de seis kilómetros.
En el lugar del siniestro, los equipos de limpieza se afanaban para recoger el alquitrán vertido, así como el gasóleo de los camiones implicados en la colisión. También fue necesario localizar un camión cisterna para trasladar toda la carga del vehículo siniestrado y evitar que se derramara en la autopista. Pasadas las dos de la madrugada, los vehículos y la brea ya habían sido retirados de la calzada, pero el vial continuaba cerrado a la espera de que culminaran las labores de limpieza y los técnicos determinaran si era preciso o no reasfaltar el firme

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