lunes, 2 de febrero de 2009

La Policía Local captura a dos traficantes e identifica a otras siete personas en Campanar


Las redadas vuelven a las Cañas
J. A. MARRAHÍ| VALENCIA

Dos policías identifican a dos toxicómanos en un reciente control cerca de la zona de las Cañas. El fuego resurge de las ascuas. Eso es lo que parece ocurrir en las Cañas. Quedan pocas, pero las pocas que quedan siguen siendo refugio de traficantes de droga que venden sus dosis a toxicómanos en la huerta del barrio valenciano de Campanar. Si hace pocas semanas se produjeron dos detenciones, el viernes, una redada de la Policía Local se saldó con dos arrestos y siete identificaciones.

La intervención de los agentes se debió, en parte, a la colaboración ciudadana. Varios vecinos de la zona alertaron de que, a lo largo de las semana se estaba produciendo un aumento en el número de toxicómanos que frecuentan la huerta de Campanar en busca de droga. Por ello, la Policía Local planeó una operación sorpresa para capturar a los camellos.

El dispositivo se llevó a cabo sobre las once de la noche. Participaron dos patrullas del retén de Benicalap y tres del Grupo de Operaciones Especiales (GOE). Tras establecer un cerco en la zona, agentes camuflados centraron su atención en dos subsaharianos que realizaban varias transacciones de estupefaciente a cambio de dinero.

Al intentar identificarlos, los traficantes echaron a correr y comenzó así una persecución a pie. Los policías que formaban parte del dispositivo fueron cortando las vías de escape a los traficantes, que tropezaron varias veces en su precipitada huida.

Finalmente, acorralados y sin posibilidad de escape, los dos sospechosos fueron interceptados y detenidos por un delito contra la salud pública. Uno de ellos, un liberiano de 35 años, B. S., llevaba una cantidad cercana a los 500 euros, 220 bolas de cocaína base y 100 dosis de heroína en bolsitas termoselladas. Al otro arrestado, M. A., de 25 años y procedente de Ghana, le intervinieron 120 bolas de cocaína base, 75 dosis de heroína y unos 400 euros en metálico, según informaron fuentes policiales.

"Se ven bastantes toxicómanos, a todas horas. Por las noches, cuando cerramos, se ponen en la zona del aparcamiento y se pinchan. Ya conocemos a la mayoría. Algunos vienen y compran algo y otros intentan llevarse comida sin pagar", aseguró la responsable de un comercio próximo a la pequeña zona de trapicheo que queda en las Cañas, situada entre la avenida Maestro Rodrigo y la calle La Safor.


"Todavía queda trabajo"
Según manifestó la empleada de este local, "algunas veces han dado problemas y hemos tenido que llamar a la policía, por eso creemos que todavía queda trabajo por hacer para que esta parte de Campanar esté segura".

"Desde luego lo que hay ahora no se puede comparar a lo que había. Se ven menos traficantes, pero todavía hay y, si eso ocurre, es porque aún debe haber quien les venda", afirmó una mujer que vive en un edificio de Campanar próximo a la huerta del barrio valenciano.

En la madrugada del jueves, alrededor de las seis de la mañana, otro traficante indocumentado de 23 años fue detenido en Valencia tras presentar gran resistencia a la policía. Los GOE lo sorprendieron vendiendo droga y protagonizó una persecución por la gran vía Germanías en la que estuvo a punto de ser atropellado al cruzar entre los coches. La Policía Local logró atraparlo en la calle Cádiz. Llevaba encima 45 bolas de cocaína ocultas en un huevo Kinder escondido en los genitales, además de 19 bolsitas de heroína.

A principios de enero, la Policía Local puso fin a la actividad de una pareja que vendía droga a los toxicómanos de las Cañas. Los agentes siguieron el vehículo con el que se desplazaban los sospechosos. Los presuntos traficantes fueron identificados como W. E. L. G., un colombiano de 43 años, y una mujer valenciana de unos 40 años que portaba 250 euros en varios billetes arrugados. Eran las ganancias del trapicheo.

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