13.02.09 - Dos detenidos en una trifulca con la Policía en Otxarkoaga

Una multa desata una refriega entre una treintenta de vecinos y agentes municipales
A. DE LAS HERAS| BILBAO

Dos hombres fueron detenidos anoche durante una trifulca entre vecinos y policías municipales en el barrio bilbaíno de Otxarkoaga. El incidente se originó en la calle Camino Gárate alrededor de las siete y media de la tarde. Según José Ignacio M.C., de 39 años, todo empezó con una multa, aunque la versión del Ayuntamiento de Bilbao es que la Policía «iba siguiendo a un coche sospechoso».
José Ignacio asegura que dejó el coche aparcado en doble fila para ir al bar a comprar un paquete de tabaco y que, cuando salió, una patrulla le estaba colocando una denuncia por mal aparcamiento. «Si sólo he tardado un segundo, no me multes», protestó. Su hermano, que vio la escena, acudió en su apoyo. Los policías pidieron la documentación al conductor del vehículo. «No te muevas», le advirtieron. Según José Ignacio, uno de los agentes «creyó que yo había intentado agredirle con el puño, pero no es verdad».
El Consistorio asegura que entonces empezó a salir gente «en actitud agresiva» de un local, que «increparon» a los agentes y que incluso «les lanzaron algún objeto». Los uniformados sacaron las porras «para defenderse».
«Porra en el pescuezo»
Varios residentes que estaban asomados a las ventanas bajaron a la calle. «¡Sinvergüenzas, no hay derecho!», gritaban. Los policías pidieron refuerzos por la emisora al sentirse «acorralados» por una treintena de personas y al «ver peligrar su integridad física». Al llegar al barrio un gran número de patrullas de la guardia urbana, los ánimos se encendieron aún más. «Parece que somos delincuentes», se quejaban los vecinos.
José Ignacio M.C. afirma que los agentes le llevaron a un portal donde le cachearon, «me bajaron los pantalones y los calzoncillos y me pusieron la porra en el pescuezo, aunque no me pegaron». Mientras, en la calle se enfrentaron varios de los congregados y agentes de la Policía local. Dos hombres, que según el Ayuntamiento no tenían relación directa con el dueño del vehículo multado sino que intervinieron en la refriega, fueron reducidos en el suelo y posteriormente detenidos y trasladados a la comisaría de Garellano.