viernes, 26 de diciembre de 2008

ETA planeó una matanza de ertzainas con una bomba oculta en una bicicleta



terrorismo

ÓSCAR B. DE OTÁLORA| BILBAO

El ataque se realizaría en un día de partido de fútbol en Anoeta al haber más patrullas
El comando desarticulado la semana pasada pensaba fijar el artefacto a una silla infantil y colocarlo cerca de una comisaría en San Sebastián
Los terroristas habían grabado los movimientos de los agentes
ETA mantiene a la Ertzaintza en su diana. El 'comando Urruti', desarticulado la pasada semana por la Guardia Civil en Guipúzcoa, había enviado a la dirección de la banda terrorista en Francia un estudio con los datos necesarios para llevar a cabo un atentado contra una patrulla de la Policía vasca perteneciente a de la comisaría de Ondarreta, en San Sebastián. Los etarras planeaban atacar a los agentes mediante un explosivo oculto en una bicicleta e incluso habían decidido ya que la mejor forma de cometer la matanza era esperar a que llegase un fin de semana, cuando se produce un aumento del movimiento de coches patrulla con motivo de los partidos de fútbol en el cercano estadio de Anoeta.
El método elegido era una bicicleta a la que colocarían una bomba en una silla supletoria, de las que se utilizan para llevar niños. El plan de los activistas consistía en dejar la bici aparcada en una de las calles que dan acceso a la comisaría, esperar a la llegada de una dotación de la Ertzaintza y hacer estallar el artefacto cuando el vehículo pasara a su altura. Los etarras confiaban en que los policías, dentro de sus rutinas de autoprotección, no sospecharían de una bicicleta equipada con una silla infantil, especialmente en una ciudad donde numerosos vecinos utilizan este medio como forma de transporte.
El principal obstáculo que los terroristas habían encontrado, según la documentación enviada a su cúpula en Francia, estribaba en que la zona de acceso al centro policial está controlada por numerosa cámaras de vídeo y los responsables del ataque podrían ser detectados. El comando conocía a la perfección las rutinas de la Policía vasca puesto que durante meses habían permanecido en las inmediaciones de esa base para vigilar los pasos de los agentes y grabarlos en vídeo. Además de la comisaría de Ondarreta, los arrestados habían grabado también las de Hernani y Rentería.
Para llevar a cabo estas vigilancias, los miembros del 'comando Urruti' habían instalado en el interior de una furgoneta 'Opel Vivaro' un trípode con una cámara de vídeo. Lo habían camuflado de tal forma que desde el exterior no se apreciara la existencia del dispositivo de filmación.
Los responsables de las grabaciones fueron Arkaitz Landeberea y Julen Etxaniz, los dos colaboradores de ETA detenidos la pasada semana por la Guardia Civil en San Sebastián y Pasaia. La existencia de esta célula de información se había conocido después de la caida del jefe político de ETA, Xabier López Peña, 'Thierry'. En su ordenador se encontró abundante información sobre posibles atentados en Guipúzcoa que abrieron diversas vías de investigación, una de las cuales condujo al instituto armado hasta los arrestados. Este comando también había recopilado datos sobre un guardia civil, al que habían vigilado cuando acudía a recoger a su hijo al colegio. Además de las grabaciones realizadas en comisarías, el talde disponía de informes sobre un bar de Pasaia en el que se reunían agentes de la Policía vasca.
Objetivo prioritario
Este no es el primer caso que se conoce en el que miembros de ETA graban en vídeo centros policiales de la Ertzaintza. En abril de 2007, la Guardia Civil desarticuló el 'comando Donosti' y descubrió un abundante archivo con más de 1.500 imágenes de un centenar de agentes. En esta caso, el colaborador de la banda Arkaitz Agote -ya detenido- había aprovechado que residía en las inmediaciones de una base policial para instalar una cámara en su casa y controlar en vídeo durante meses todas las actividades de los policías.
Según distintas fuentes, la abundante información sobre la Ertzaintza encontrada en poder del 'comando Urruti' revela que este Cuerpo sigue siendo uno de los objetivos prioritarios de ETA. En las últimas operaciones antiterroristas se ha localizado documentación relativa a la Policía vasca. El pasado 21 de septiembre, los etarras ya intentaron cometer una masacre contra funcionarios de este Cuerpo con la explosión de un coche bomba frente a la comisaría de Ondarroa. En el atentado resultaron heridas once personas, seis de ellas ertzainas. En septiembre de 2007, de la misma forma, los terroristas hicieron estallar una bomba colocada en el interior del perímetro de la comisaría de Zarautz.

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