viernes, 26 de diciembre de 2008

Una banda detenida por asaltar chalés queda en libertad porque el fiscal no pide prisión





La Guardia Civil atribuye a los tres ladrones detenidos 52 robos en la comarca de Camp de Túria

JAVIER MARTÍNEZ| VALENCIA

Tres delincuentes acusados de 52 robos quedaron en libertad provisional el día de Nochebuena al no pedir el fiscal su ingreso en prisión en la comparecencia de los detenidos ante el juez de guardia de Llíria. Los malhechores, considerados como auténticos depredadores de la comarca del Camp de Túria, desvalijaban chalés y robaban combustible de maquinaria pesada y otros vehículos.

La banda estaba formada por dos hombres con numerosos antecedentes delictivos y una mujer. La Guardia Civil realizó dos registros en una planta baja de Ribarroja y una casa de Villar del Arzobispo, donde recuperó numerosos efectos robados por los ladrones.

Primero fue apresada una pareja que residía en el número 46 de la calle Federico García Lorca de Ribarroja. El tercer miembro de la banda huyó en un vehículo robado, pero fue arrestado poco después en la vivienda de Villar del Arzobispo.

Los dos hombres detenidos, Miguel Ángel S. P. y Francisco José G. R., tienen numerosos antecedentes por delitos contra la propiedad, robos con violencia, atracos y atentados a agentes de la autoridad, entre otros.

Según las investigaciones de la Guardia Civil, la banda se dedicaba principalmente a desvalijar chalés, casas de campo y edificios en construcción, donde robaban toda clase de objetos de valor, aparatos y herramientas.

También sustraían gasoil de maquinaria pesada y camiones estacionados en polígonos industriales de la comarca de Camp de Túria. Los tres presuntos delincuentes robaron unos 7.000 litros de combustible en las últimas semanas.


53 hechos delictivos
La Guardia Civil les imputa un total de 52 robos y un delito de defraudación de fluido eléctrico, ya que la pareja arrestada en Ribarroja había realizado una conexión ilegal para disponer de electricidad en la planta baja donde residía.

La operación Garrafa se llevó a cabo el pasado lunes tras varios operativos de vigilancia que posibilitaron la identificación de los tres presuntos ladrones. Los miembros del grupo delictivo eran intensamente buscados por la Guardia Civil tras una oleada de robos en la comarca de Camp de Túria.

Los agentes consiguieron pruebas de la presunta participación de estos individuos en los asaltos a chalés, por lo que establecieron un dispositivo policial para su captura. Los tres detenidos fueron puestos a disposición del juez de instrucción número 2 de Llíria, que decretó su libertad provisional después de que el fiscal no solicitara el ingreso en prisión de estas personas.


Acusados de receptación
Fuentes de la Fiscalía de Valencia explicaron que se llegó a un acuerdo mutuo entre el juez y la acusación pública al entender que las diligencias de la Guardia Civil "sólo demostraban la participación de los detenidos en un delito de receptación". Por ello, el fiscal no se presentó en la comparecencia de los tres presuntos ladrones ante el juez de Llíria.

Las mismas fuentes señalaron que el hecho de que las tres personas arrestadas escondieran en sus casas numerosos efectos robados no prueba que los sospechosos cometieran los robos.

La decisión judicial causó sorpresa entre los agentes de la Guardia Civil que participaron en la operación. Estos no comparten la opinión del juez y la acusación pública, aunque continúan las investigaciones con celo para conseguir más pruebas de los delitos que presuntamente cometieron Miguel Ángel S. P., Francisco José G. R. y la mujer cuya identidad no ha trascendido.

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