miércoles, 24 de diciembre de 2008

24.12.08 - La banda, asentada en Valencia y Barcelona, vendía documentos falsos por internet


Una red estafa a 3.000 inmigrantes
EP| BARCELONA

La Policía Nacional ha desarticulado en Barcelona y Valencia una red que engañaba a inmigrantes por internet al venderles contratos de trabajo y residencia falsos. En total, hay unas 3.000 personas afectadas, especialmente de nacionalidad colombiana.

La red llevaba más de seis meses actuando y, en ese tiempo, había obtenido más de un millón de euros en beneficios. La investigación policial empezó a finales de marzo, tras la denuncia de un ciudadano colombiano en la comisaría de Jaca (Huesca).

El hombre alertaba de una página web en la que se ofrecía a extranjeros regularizar su situación en España. La organización se publicitaba en este sitio de internet, en emisoras de radio y en revistas dirigidas a población inmigrante. Su oferta iba dirigida a colombianos interesados en residir y trabajar legalmente en España.

Los estafadores solicitaban un pago de entre 20 y 40 euros, como gastos de inscripción, por cada persona interesada en venir a España. Posteriormente, la organización se ponía en contacto con las víctimas, y les informaba de que les habían conseguido una oferta laboral. Para iniciar los trámites, les reclamaban la documentación y un ingreso bancario de 200 euros.

Finalmente les decían que, si la oferta de trabajo se formalizaba, tendrían que abonar entre 1.600 y 2.000 euros en efectivo o en una cuenta bancaria. A partir de ese momento, los interesados no volvieron a tener noticias de la organización. Al tratar de contactar con los responsables, sólo obtenían negativas e informaciones falsas.

En la operación han sido detenidas siete personas de nacionalidad colombiana, entre ellas el jefe de la organización. Tres miembros de la banda fueron arrestados en Valencia, donde además hubo dos registros, uno en un domicilio particular y otro en una empresa. La policía capturó a otros cuatro presuntos delincuentes en Barcelona.

La policía se incautó de 51 archivadores con inscripciones y solicitudes de empleo, numerosos ingresos bancarios, extractos y transferencias. También confiscaron 2.200 euros en metálico, siete ordenadores, tres ordenadores portátiles, tres memorias extraíbles y un disco duro.

En otra actuación policial en Los Alcázares (Murcia) ha sido desarticulada una banda que falsificó miles de documentos de identidad para extranjeros, sobre todo brasileños. El objetivo era hacerlos pasar por portugueses para que adquirieran la residencia comunitaria. Al parecer, la red también tenía ramificaciones en la Comunitat Valenciana.

La operación ha sido desarrollada por la Brigada de Extranjería y Fronteras de Murcia en colaboración con policías de Alzira y Valencia. Por el momento, se desconoce el número exacto de documentos falsificados, ya que los agentes todavía están analizando el material decomisado al grupo.

Los papeles están en nueve maletas precintadas por un juzgado de Murcia en el que hoy declararán los detenidos: seis hombres y dos mujeres, todos brasileños de entre 25 y 35 años. En el registro de los dos domicilios que ocupaban en Los Alcázares fueron hallados cientos de pasaportes y carnés de identidad y de conducir portugueses.

Además, falsificaban permisos de residencia españoles, contratos laborales y nóminas de empresas con las que pedían créditos bancarios de entre 4.000 y 10.000 euros. Además de estas entidades financieras, las víctimas de los estafadores eran brasileños que pagaban desde 80 euros por una nómina o un contrato de trabajo falso a 1.300 por un pasaporte. A veces, compraban paquetes que incluían falsificaciones de un carné de identidad luso, un certificado con el Número de Identificación de Extranjero (NIE), un contrato laboral y algunas nóminas.

Con esta documentación falsa, cualquier extranjero se convertía en ciudadano portugués y europeo. Por tanto, tenía libertad de movimiento por los 27 países comunitarios, podía darse de alta en la Seguridad Social, comprar coches, pedir créditos y cobrar el paro con identidad falsa, por lo que no podía ser denunciado por impago. Con el dinero de los créditos solicitados en los bancos, los delincuentes compraron joyas de gran valor y aparatos electrónicos que luego vendían.

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