El hombre contactaba con los niños en el polideportivo de un pueblo de la Costera y los llevaba a su casa para abusar de ellos
JAVIER MARTÍNEZ/EMILI VIDAL| VALENCIA/XÀTIVA
Marihuana a cambio de favores sexuales. Así actuaba un pederasta con piel de cordero en un pueblo de la comarca de la Costera. El hombre de apariencia inofensiva y bondadosa encubría sus propósitos libidinosos hasta que los menores entraban en su casa. Luego, el individuo presuntamente ofrecía droga a los adolescentes, veía con ellos películas pornográficas y abusaba sexualmente de los más débiles de ánimo.
La Guardia Civil detuvo el pasado jueves al pedófilo después de que la madre de una de las víctimas acudiera al cuartel de Canals para denunciar la corrupción de los niños. Según informaron fuentes jurídicas, los datos aportados en la denuncia posibilitaron la identificación y arresto del presunto pederasta, Enrique C. J., de unos 60 años de edad.
La Guardia Civil de Canals intervino varias plantas de marihuana durante el registro de la vivienda del detenido.
Enfado en el pueblo
Los hechos han causado una gran indignación en la localidad -cuyo nombre omitimos para proteger a las víctimas- donde residen tanto los menores como el pedófilo.
Al parecer, Enrique C. J. frecuentaba el polideportivo municipal de la población para contactar con los adolescentes. Allí, el hombre los convencía para que le acompañaran a su casa con el pretexto de que les daría marihuana. Además, el pervertido aleccionaba a los menores para que no contaran a sus padres las vejaciones sexuales.
La Guardia Civil de Canals continúa las investigaciones para identificar a más niños que presuntamente sufrieron abusos por parte de este individuo. Enrique C. J., que fue puesto el viernes a disposición del juzgado de instrucción número 4 de Xàtiva, está acusado de un delito de corrupción de menores y otro contra la salud pública.
Un caso similar en Paterna
El 7 de julio de este año, la Policía Nacional detuvo al gerente del club social de una urbanización de Paterna bajo la grave acusación de abusos sexuales a un grupo numeroso de menores.
El detenido, cuya identidad responde a las iniciales L. G. B. y de unos 60 años de edad, trabajaba en las instalaciones deportivas prácticamente desde su fundación,
Según las investigaciones policiales, el presunto pederasta veía películas pornográficas con los adolescentes en una caseta del club. En este lugar, el hombre obligaba a los jóvenes a tocarle sus genitales. La jueza que instruye el caso ordenó el ingreso de esta persona en prisión preventiva.
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