El varón que falleció tras verse implicado en un tiroteo en la localidad leonesa de Villaobispo de las Regueras, A. R. F, fue herido a causa de otro disparo el pasado día 21 de septiembre en Coria (Cáceres), por lo que la víctima se vio implicado en dos sucesos de estas características en un periodo de un mes y medio, según publica hoy el Diario de León.
En aquel suceso, el varón se agachó al ver al agresor, evitó varios disparos y uno le traspasó el hombro y le llegó a la altura del cuello. Tras llegar al hospital con su propio vehículo, fue intervenido, se le extrajo el proyectil y a las cuatro horas pidió el alta voluntaria porque, según manifestó a los médicos, le querían matar.
El hermano del fallecido, que fue detenido el pasado fin de semana en el lugar de los hechos por su presunta implicación en el caso, también fue tiroteado el pasado 17 de octubre cerca de Plasencia (Cáceres), aunque salió ileso.
Hace poco más de un mes, la familia, que se dedicaba a la venta ambulante y residía en el municipio cacereño de Moraleja, anunció que se trasladarían a vivir a otro lugar; una ciudad grande en la que pasar desapercibidos, de modo que se trasladaron al alfoz de León.
En estos sucesos presuntamente están implicados miembros de la misma familia, aunque no en primera línea de parentesco, según fuentes de la investigación, tras interrogar al hermano del fallecido sin obtener ninguna información.
Los hechos tuvieron lugar sobre las 13. 30 horas del pasado día 8, momento en que se produjo un tiroteo en una céntrica calle de Villaobispo de las Regueras (León). Según las primeras investigaciones e informaciones recogidas por la Guardia Civil, los hechos ocurrieron cuando tres personas salieron corriendo de un portal y dispararon con un arma corta hacia un grupo de otros tres que les perseguían con una escopeta de cañones recortados.
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