viernes, 31 de octubre de 2008

31.10.08 - Dos grapos justifican un atraco en Castellón para obtener "la riqueza que la banca roba"


Sucesos

El fiscal pide 35 años de cárcel para los acusados, que hirieron al director de la sucursal
EP| MADRID

Israel Clemente López y Jorge García Vidal, en el banquillo de los acusados. Los integrantes de los Grupos Revolucionarios Antifascistas Primero de Octubre (GRAPO ) Israel Clemente y Jorge García justificaron ayer el asalto que realizaron en marzo de 2006 a una entidad bancaria de Castellón y las heridas que causaron a su director argumentando que pretendían obtener "una parte de la riqueza que la gran banca roba a este país".

En el juicio, que continuará hoy en la Audiencia Nacional, el fiscal Vicente González Mota solicita 35 años de cárcel para cada uno de los integrantes de la organización terroristas por sendos delitos de asesinato en grado de tentativa, detención ilegal y robo.

Durante la vista, los dos acusados reconocieron los hechos, que se produjeron a las 7.40 horas del 16 de marzo de 2006, y los justificaron con el fin de "recaudar fondos para llevar a cabo la lucha armada", según apuntó García. "Queríamos una parte de la riqueza que la gran banca roba a este país, pero no teníamos plan preconcebido para atentar contra este señor", dijo Clemente.

Ambos señalaron que el director, José Gil Lliveros, no era "un objetivo militar" de la organización y que durante el asalto le plantearon que, si colaboraba con ellos, no sufriría ningún daño. Sin embargo, admitieron haber realizado tres disparos, uno "intimidatorio" para que este no huyera -que impactó en una puerta-, y dos que le hirieron en un hombro y un glúteo.

"No queríamos poner en riesgo su vida", aseguró García antes de añadir que su condición de "socorrista de la Cruz Roja" le permite saber "dónde es necesario disparar para herir a una persona y dónde una herida no es mortal".

También compareció el director de la entidad, que relató cómo en el momento en que se produjeron los hechos un comunicante que se presentó como La Abuela telefoneó a la sucursal para hablar con los asaltantes, con uno de los cuales mantuvo una conversación.


Disparos peligrosos
Los acusados reconocieron la mayoría de los hechos contenidos en el escrito de calificación del fiscal, que detalla que, una vez en el banco, Clemente y García conminaron al director a abrir la caja fuerte. No obstante, este desconocía la combinación, motivo por el cual los dos acusados decidieron retenerle hasta la llegada de otro empleado.

Cuando el trabajador llegó, el director le alertó del atraco y huyó, momento que los dos acusados aprovecharon para realizar los disparos. Estos le causaron lesiones que, si no afectaron a órganos vitales, eran "potencialmente peligrosas" por su trayectoria y naturaleza.

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