jueves, 30 de octubre de 2008

30.10.08 - Dos turistas caen al agua desde un crucero en Getxo al ceder la escala


Un tripulante del buque se lanzó a salvar a los viajeros, que fueron trasladados a Cruces con hipotermia y contusiones

JOSU GARCÍA| BILBAO
15 grados. Esa era la temperatura del mar ayer en el muelle de cruceros de Getxo, cuando dos turistas extranjeros se precipitaron a las gélidas aguas. Un incidente inédito en la historia del amarre para grandes buques de recreo y que estuvo a punto de acabar en tragedia. La rápida intervención de un tripulante filipino, que se lanzó desde el barco para rescatar a las víctimas, así como la llegada de una embarcación de la Cruz Roja y otra de la Guardia Civil evitaron males mayores. Los pasajeros quedaron ingresados en el hospital de Cruces con sendos procesos de hipotermia y varias contusiones.
El suceso tuvo lugar a las 14.15 horas. Una racha de viento «huracanado», según la DYA, provocó que se rompieran dos amarras que abarloaban el 'Black Watch', un gigante de 205 metros de eslora y con capacidad para 900 pasajeros, al muelle de cruceros de Getxo. Inmediatamente, el buque de recreo se vio a merced de las olas, que desplazaron su casco varias decenas de metros hacia la playa de Ereaga. En ese momento, al menos dos turistas subían por la escala de acceso, que cedió de improviso. Los turistas, un hombre de entre 60 y 70 años y una mujer de 76, cayeron sin remedio al mar «desde una altura considerable».
Gesto heroico
En un gesto heroico, un tripulante del crucero, de nacionalidad filipina, se lanzó al agua para socorrer a las víctimas. Se aferró a ellas y consiguió mantenerlas a flote hasta que llegaron las embarcaciones de salvamento. La pareja de turistas fue trasladada rápidamente al hospital de Cruces. La naviera puso a su disposición un intérprete y sus respectivos conyuges desembarcaron del 'Black Watch' para pasar la noche con ellos.
A última hora de ayer, la vida de los dos heridos no corría peligro, aunque el estado de la mujer era más grave que el del hombre. Ambos presentaban claros síntomas de hipotermia y tenían diversos golpes por todo el cuerpo. Con el agua a 15 grados, una persona de esa edad puede morir en menos de una hora. El rescatador, por su parte, presentaba un principio de hipotermia, aunque se recuperó con rapidez y pudo zarpar a bordo del crucero, cuatro horas después.

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