La policía sorprende al autor de cinco incendios en La Pobla cuando quemaba otro campo

Sucesos
La policía sorprende al autor de cinco incendios en La Pobla cuando quemaba otro campo
Los agentes arrestan a un hombre de más de 60 años y sospechan que pudo causar otra decena de siniestros

M. RODRÍGUEZ/A. RALLO| VALENCIA

Una camisa parcialmente quemada. Papeles de propaganda arrugada en forma de antorcha, como los que utilizan los niños en sus juegos. Varios mecheros en los bolsillos. Y las manos y las uñas negras. Este era el aspecto que presentaba un hombre, vecino de La Pobla de Vallbona, que ayer fue detenido por ser el presunto autor de cinco incendios, según informaron a LAS PROVINCIAS.

A todos estos indicios, ya de por sí significativos, hay que añadir que el ahora arrestado corrió tras recibir el alto de un agente, que precisamente había acudido al lugar, junto con otros compañeros, tras desatarse un fuego.

La Policía Local de La Pobla de Vallbona y la Guardia Civil habían iniciado una investigación que ayer dio sus frutos. El plan de vigilancia tenía como objetivo descubrir quién estaba detrás de una quincena de incendios. Un detalle era común en todos ellos: no había dudas de que todos eran intencionados.

La mayoría se producían en campos de naranjos abandonados y zonas de matorral. Ninguno de todos estos incendios fue de consideración, aunque en algún caso, como el ocurrido en la carretera de Ribarroja, fue necesaria la intervención de varias dotaciones de Bomberos.

En el fuego de ayer, los agentes del cuerpo municipal fueron los primeros en llegar al lugar, un paraje conocido como Pla de la Cova. Allí descubrieron un segundo foco. Y un tercero, un cuarto y un quinto. Tras estas últimas llamas apareció la figura de un hombre que se alejaba del lugar a toda prisa. Los agentes corrieron tras él. Tras acudir a muchos siniestros de este tipo, ahora ya tenían un sospechoso. El policía le dio el alto, pero ni tampoco con la orden del agente se detuvo. Finalmente fue arrestado.

Los agentes consideran que es el autor de unos cinco o seis incendios similares que se han producido recientemente en el término municipal. No obstante, no descartan su participación en otra decena de siniestros similares.

El detenido, de 67 años de edad, ya ha sido puesto a disposición de los agentes de la Guardia Civil, que llevan el caso. En demasiadas ocasiones tras los incendios suelen esconderse gamberradas de jóvenes que buscan entretenerse o personas mayores con algún tipo de problema mental. Este podría ser el caso del pirómano detenido en la localidad valenciana.

Un estudio de Greenpeace muestra que sólo uno de cada mil pirómanos, el 0,1%, acaba sentado frente a un tribunal, y las leyes todavía indultan imprudencias imperdonables.

El Consell recientemente anunció que los pirómanos deberán hacer frente al coste de los incendios. Esta propuesta se incluirá en la modificación de la Ley de Emergencias.

Las estadísticas demuestran que en la mayoría de los fuegos que se producen en la región aparece de forma intencionada la mano del hombre, bien de forma premeditada o por negligencia. Apagar un incendio requiere muchos medios, tanto materiales como humanos. Y cuesta dinero. El conseller de Gobernación ya informó que el coste de la extinción del incendio del pasado verano en Les Useres ascendió 1, 5 millones de euros.

El fuego ha ido apareciendo paulatinamente en los bosques de la Comunitat. Nueve incendios forestales registrados desde principios de este mes de agosto han dejado asoladas alrededor de 130 hectáreas de los montes valencianos.

Son siniestros de pequeña o mediana magnitud, nada comparables con el gran incendio que arrasó más de 5.500 hectáreas el pasado año en la comarca de l'Alcalatén. Pero son el aviso de que la lucha contra el fuego es un trabajo continuo.

El último de los desastres se originó en Calpe, el pasado día 19, donde prendieron 0,7 hectáreas de una parcela de matorral y monte bajo, lo que obligó a desalojar a cinco familias de viviendas cercanas. En el Camí de Travesser, 10.000 metros cuadrados se vieron carbonizados el día 17. El fuego fue sofocado en pocas horas.

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