martes, 5 de agosto de 2008

La Guardia Civil investiga la muerte de un hombre tras hallarlo rodeado de sangre en su vivienda


Sucesos

El vecino de Alfafar presentaba signos de violencia y llevaba al menos dos días muerto en casa
A. CHECA

El misterio envuelve a la trágica muerte sufrida por Torcuato. Su cuerpo sin vida y con signos de violencia apareció ayer en su casa del barrio de Orba de Alfafar. La vivienda presentaba numerosos restos de sangre, tal y como aseguraron a LAS PROVINCIAS fuentes próximas al caso. Sin embargo, las primeras investigaciones de la Guardia Civil en el lugar no permitieron certificar la causa de la muerte. Será la autopsia que se le practique hoy al cadáver la que arroje algo de luz sobre su fallecimiento.

Los propios vecinos de la víctima fueron los que alertaron de lo sucedido. A primera hora de la mañana, otro de los residentes en el número 20 de la avenida de Torrent fue el primero en mostrarse preocupado. Había quedado a primera hora con Torcuato para ir a realizar unos trámites y este no salió de casa. Sus llamadas a la puerta del hombre de unos 65 años no fueron contestadas.

El desasosiego comenzó a extenderse entre los vecinos. Sobre todo cuando alguno de ellos añadió nuevos elementos de sospecha que hacían pensar que algo podía pasarle a Torcuato. Ninguno lo había visto desde hacía dos días. Y las persianas de su vivienda, situada en la planta de abajo del edificio, llevaban todo el fin de semana bajadas, una costumbre nada habitual en el hogar del residente en Alfafar.

El hombre, que tenía cuatro hijos y uno más adoptado -según los vecinos-, vivía solo desde hace algún tiempo al hallarse en trámites de separación de su mujer.


Dolor de los familiares
La llamada de los vecinos a las Fuerzas de Seguridad descubrió el doloroso final que la vida le tenía deparado. Gracias a unas llaves de la vivienda que les proporcionó una familiar, los agentes pudieron entrar en el inmueble. Allí se toparon con su cadáver.

La noticia se extendió con rapidez entre los familiares y amigos de Torcuato. Hasta una docena de ellos se congregó a las puertas de su vivienda. Muchos de ellos lloraban y se miraban cariacontecidos. Los abrazos de dolor se reproducían cuando algún nuevo familiar se acercaba al lugar. "No sabemos lo que ha podido pasar, no nos dicen nada", aseguró uno de ellos.

El portal del edificio quedó custodiado por agentes de la Guardia Civil mientras especialistas del grupo de Homicidios y de la Policía Científica realizaban una minuciosa inspección de la vivienda.

Los agentes de la Benemérita se llevaron, entre otros efectos, el teléfono móvil del fallecido. Los investigadores examinarán las llamadas realizadas y recibidas por la víctima para tratar de reconstruir sus últimas horas de vida.


Dos hipótesis
Pasaban algunos minutos de las dos de la tarde cuando la comisión del juzgado de instrucción en funciones de guardia de Catarroja se trasladó hasta el barrio de Orba de Alfafar. Poco después de las 14.30 horas se produjo el levantamiento del cadáver y su traslado al Instituto de Medicina Legal, donde se le practicará la autopsia.

Será el examen forense el que confirme una de las dos hipótesis que maneja la Guardia Civil: o que Torcuato fue atacado por alguien en su propia vivienda o bien que se quitara la vida, todo ello durante el pasado fin de semana.

Tras la retirada del cuerpo de la víctima, los especialistas de Homicidios y de la Policía Científica aún continuaron examinando la vivienda durante, al menos, otra hora.

Los agentes también conversaron con algunos de los familiares de Torcuato en el patio del edificio. La vivienda en la que se produjo la muerte del vecino del municipio valenciano de Alfafar quedó precintada.

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