
«La plaza es una ratonera y es verdad que he vuelto a nacer»
«Gracias a la terraza, si no, no lo cuenta porque el fuego estaba generalizado», dijeron ayer los bomberos
D. BUSTAMANTE
Un policía nacional recibe oxígeno en la ambulancia. /SANE«
La plaza de las Cervezas es una auténtica ratonera. Por eso, los bomberos, que tuvieron un comportamiento excepcional, y me salvaron la vida, tardaron más tiempo en rescatarme. Al ser un recinto cerrado, no pudieron meter su vehículo y sacarme rápido con una escalerilla», denuncia Francisco Marquina, muy emocionado, porque no quiere que eso vuelva a ocurrir. Él es plenamente consciente de que en la madrugada de ayer viernes volvió a nacer y quiere que las autoridades solucionen el problema con una rampa de acceso antes de que sea demasiado tarde.
«Me acosté a las doce de la noche y de pronto me desperté porque oí un ruido extraño, pero me volví a dormir. Puede que fueran unos segundos o unos minutos... Volví a oír un chasquido más fuerte. Entonces, me levanté y vi que había fuego en la cocina. Intenté apagarlo. No podía y llamé al 091. Me fui a la terraza que tiene forma de L y eso me salvó porque me refugié en el rincón aunque trague mucho humo. Creo que me salvó el instinto de supervivencia, porque la Policía y los Bomberos lo vieron muy mal». Explica Marquina que los bomberos tuvieron que aparcar sus vehículos en la calle San Fernando e ir corriendo escaleras arriba con las mangueras.
Francisco confiesa que pudo permanecer en la terraza unos 25 minutos: «El tiempo se me hizo eterno. Los bomberos que tuvieron, lo mismo que la Policía un comportamiento excepcional, rompieron con una maza la pared para poder rescatarme. La puerta es blindada y no abría. Luego, en una ambulancia me aplicaron oxígeno». Durante ese tiempo, para él interminable, que pasó en la terraza respirando humo se acordó mucho de Mercedes su mujer. «Me alegré mucho de que estuviera fuera. No sé si habría resistido».
Por la tarde, en su tienda de golosinas de la calle Vargas, la gente le estrechaba la mano y le demostraba su cariño. «Este negocio lo heredé de mis padres y es muy conocido. La verdad es que todo el mundo se ha volcado conmigo, cosa que es de agradecer».
La Policía Científica acudió al domicilio siniestrado para investigar el origen del incendio. Al parecer, la causa tuvo por protagonista a un cortocircuito. También ayer un grupo de bomberos salía de ese inmueble convencido de que «gracias a la terraza, porque, si no, no lo cuenta».
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