El asaltante se negó a identificarse cuando la Ertzaintza, alertada por varios testigos, entró en el local de la calle San Francisco
M. REGO| BILBAO
Agentes de la Ertzaintza arrestaron el pasado jueves en la calle San Francisco de Bilbao a un hombre de 43 años acusado de intentar atracar una farmacia a punta de navaja, según informó ayer el departamento de Interior del Gobierno vasco. El asaltante entró en el establecimiento sobre las once y media de la mañana y pidió a la farmacéutica -en ese momento se encontraba sola- que le entregara el dinero de la caja registradora. Dos personas que paseaban por la zona escucharon los gritos de auxilio de la víctima y decidieron entrar en su ayuda exigiendo al atracador que abandonara el local. Ante su negativa, se produjo un forcejeo entre los tres hombres.
Varios testigos del altercado avisaron a una patrulla de la Ertzaintza, que realizaba labores de seguridad ciudadana en la zona, de lo que estaba sucediendo en el interior de la farmacia. Los agentes llegaron a tiempo para detener la disputa y, una vez controlada la situación, solicitaron al asaltante que saliera del establecimiento y se identificase. Sin embargo, el atracador, que responde a las iniciales R.D.C., reaccionó con agresividad y los ertzainas se vieron obligados a reducirlo en el suelo. El sospechoso fue trasladado a dependencias policiales para responder de un delito de robo con intimidación.
Alarma
A principios de año, saltó la voz de alarma ante el aumento considerable de asaltos a punta de pistola a este tipo de establecimientos. Durango fue uno de los municipios vizcaínos que sufrió una oleada de atracos a farmacias, lo que provocó que sus propietarios intensificaran las medidas de protección de los locales. Muchos de ellos recurrieron a la contratación de personal de seguridad, cámaras de videovigilancia o la colocación de barreras físicas, como mamparas o verjas, para separar a los dependientes de los posibles ladrones.
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