
El caso reabre el debate sobre la existencia de varias zonas de riesgo para la mujer en la capital vizcaína
La denuncia de una joven por violación la noche del pasado jueves ha reabierto el debate sobre la existencia de ciertas zonas de riesgo para las mujeres en Bilbao. Esta última agresión se produjo supuestamente en las escaleras que dan acceso a las torres de Isozaki a una hora, cerca de las once de la noche, en la que la gente se hallaba concentrada en bares y casas siguiendo la semifinal de la Eurocopa entre España y Rusia.
La víctima, de unos treinta años, acudió a la comisaría del Cuerpo Nacional de Policía para denunciar que había sido atacada por la espalda por dos hombres que después la agredieron sexualmente. La mujer, junto a varios efectivos de la Ertzantza, regresó al lugar del suceso para explicar cómo se habían producido los hechos. La zona fue acordonada para encontrar posibles pruebas de la agresión y poder comenzar así una investigación para esclarecer el caso del que, por ahora, no han trascendido más detalles.
El último suceso de este tipo tuvo lugar hace apenas dos meses en las escaleras de Iturribide que unen el Casco Viejo con el barrio de Santutxu. Entonces, una menor fue atacada sexualmente, aunque la violación no llegó a consumarse. Su agresor fue detenido poco tiempo después.
Ambas agresiones -la ocurrida en abril y la denunciada esta semana- se produjeron en zonas catalogadas como conflictivas para las mujeres. Así quedó expuesto en un informe elaborado por el Departamento de la Mujer del Instituto de Promoción de Estudios Sociales: Bilbao cuenta más de una treintena de puntos negros o de alto riesgo para las mujeres. Unos lugares, repartidos por toda la capital, que por diferentes razones -poca iluminación, existencia de recovecos o falta de señalización- son considerados peligrosos.
El estudio, que salió a la luz poco después de la agresión en Iturribide, reveló que algunas de las zonas de ocio más importantes y transitadas de la villa durante el día son temidas por las mujeres a determinadas horas de la noche y la madrugada. En rojo -color distintivo de estos puntos críticos- fueron marcados, por ejemplo, parques como el de La Peña, Sarriko, Etxebarria o Doña Casilda.
Peligro reconocido
Aunque resulte sorprendente la transformación que estos habituales lugares de recreo sufren con el paso de las horas, existen otras zonas cuya peligrosidad es reconocida por todos desde hace bastante tiempo. El informe destacó, entre esos puntos, las mencionadas escaleras de Iturribide, el acceso que conecta Mazarredo con Uribitarte -cerca de donde se produjo la última agresión denunciada- o galerías de Deusto.
Diferentes colectivos y asociaciones feministas se han manifestado y han pedido en varias ocasiones la mejora y acondicionamiento de estos espacios para que dejen de tener una marca roja en el mapa de la ciudad.
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