sábado, 26 de abril de 2008
Vuelven a detener al rumano que secuestró a su hijo de un centro foral
Quedó libre 24 horas después de que la Ertzaintza le sorprendiera en Getxo quebrantando la orden de alejamiento
26.04.08
La Ertzaintza detuvo el jueves al inmigrante que secuestró en agosto de 2007 a su hijo de dos años en un centro foral de parejas separadas para llevárselo a Rumanía. Ayer, sólo un día después de que la Ertzaintza le arrestase en Getxo después de interceptarle merodeando cerca del colegio del pequeño, quedó en libertad provisional tras celebrarse un juicio rápido. Contra Florin Lupescu, de 50 años de edad, hay pendientes cuatro denuncias interpuestas por su ex mujer. Su ex mujer, Cristina Ene le ha acusado de secuestrar al niño, de malos tratos y de haber ignorado en dos ocasiones una orden de alejamiento: la primera de ellas el 4 de junio del pasado año y la segunda, este mismo jueves.
Según la versión de Ene, el padre del niño viajó desde Rumanía en autobús para presentarse anteayer en Getxo. La Policía autónoma le seguía la pista, tras comprobar que tenía estacionado su vehículo a pocos metros del lugar de trabajo de su ex mujer, quien, al percatarse de su presencia y presa de los nervios, se refugió en un bar junto a la amiga que la acompañaba. La joven afirmó que se quedó bloqueada por el pánico: «Al verle empecé a temblar y no sabía qué hacer. Ni siquiera acertaba a llamar a la policía, pero sólo pasaron 4 minutos hasta que la Ertzaintza me llamó para decirme que Florin estaba aquí», relató.
Antes, Lupescu había estado parado junto al colegio en el que está matriculado el pequeño Andrei, hijo de ambos. Fue al mediodía, antiguo horario de salida de clase del pequeño. «En el juicio ha dicho que no sabe a qué centro escolar va el niño, pero el caso es que fuimos los dos a matricularle y él estaba a la hora en que antes salía de clase. Yo temo que lo vuelva a secuestrar y se lo lleve para Rumanía. Allí las autoridades le dejarán quedárselo, aunque aquí le quitaron la patria potestad el 2 de abril pasado y no tiene derecho ni a visitas», relata Ene.
40 días en prisión
Lupescu no se presentó el pasado martes a un juicio que tenía pendiente en Bilbao por malos tratos y que tuvo que ser suspendido, aunque dos días después merodeaba por la margen derecha. Sobre este hombre pesa una orden de alejamiento de 300 metros, una distancia que los propios jueces acortaron después de haber impuesto con anterioridad una de un kilómetro. Incluso permaneció 40 días en la prisión de Basauri, donde ingresó el 16 de octubre de 2007. Meses antes, el 29 de agosto, había secuestrado a su hijo de un centro foral para parejas separadas y huyó con el pequeño a Rumanía. En aquella ocasión, agentes de la Ertzaintza de Getxo le detuvieran cuando se disponía a cobrar la ayuda económica que percibía de Servicios Sociales.
El niño se quedó en Rumanía hasta que su madre pudo traerlo de vuelta en autobús. A pesar de su situación, Cristina Ene ni siquiera dispone de un escolta, aunque su hijo Andrei sí, pero ella advierte de que todo puede tener un final trágico si no se toman medidas: «Temo por mi vida, porque tal y como están las cosas ahora, él sabe que irá a prisión en España. Por eso le da igual si me mata. Está enfermo psicológicamente»,
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