lunes, 28 de abril de 2008
ETA ha blindado su aparato militar con una estructura bicéfala y cinco subaparatos
ETA ha blindado su aparato militar con una estructura bicéfala y cinco subaparatos
28.04.08
ETA ha blindado su aparato militar con una estructura bicéfala, dirigida por un coordinador-jefe, que vertebra sus propios subaparatos de logística operativa, formación, captación, información y atentados. Cerca de 200 activistas integran esta especie de ETA dentro de ETA, más que nunca verdadero poder fáctico de una organización que tenía censados a finales de 2002 un millar de militantes, la mitad en la cárcel. Garikoitz Aspiazu, Txeroki o Tinko, Aitzol Iriondo, Gurbitz o Asier, y Francisco Javier López Peña, Thierry o Pierre, forman, según los servicios antiterroristas, el triunvirato al frente del entramado reorganizado para perpetuar la violencia.
Un total de 1.031 miembros es la cifra resultante de un estadillo elaborado por ETA con la distribución de su militancia en todos y cada uno de los diferentes aparatos y estructuras, incluidos los presos. La ‘revista de tropas’ apareció en un disquete descubierto el 19 de diciembre de 2002 en la vivienda de Tarbes (suroeste de Francia) que servía de cuartel general al aparato militar. También había un censo de esta estructura que cifraba en 210 sus activistas. El recuento global, muy preciso y detallado, se completa con algo más de 500 prisioneros contabilizados entonces así como los efectivos de los aparatos logístico y político.
La síntesis, último recuento interno descubierto, fue un documento de trabajo de la reunión celebrada por el comité ejecutivo en noviembre de aquel año cuya acta figura en un archivo con el código ‘H211’ contenido en el mismo soporte informático. Para entonces Ibon Fernández Iradi, Susper, ya había cubierto en la jefatura militar el vacío creado por la caída en setiembre del tándem ‘Otsagi’, formado por Jon Olarra y Ainhoa Mujika.
Sus notas en un cuaderno hallado en Tarbes evidencian que participó con ese rango en una reunión celebrada el 25 de octubre por la célula de coordinación del aparato militar. Denominada ‘Tropa’ en clave interna, esta estructura relaciona a los responsables de los diferentes subaparatos: ‘Otsagi’ (comandos armados), ‘Arrantzaleak’ (captación), ‘Pianistak’ (información), ‘Trebaketa’ (formación) y ‘Bamukasi’ (logística).
En la cumbre ‘H211’ (H por Haundia=grande, 211 por noviembre de 2002), la cúpula decidió reforzar la seguridad del aparato militar mediante su desdoblamiento en dos entidades separadas con un responsable cada una y un puesto de coordinación entre ambos jefes y la dirección. El área militar agrupa a ‘Ekin-tza Saila’ (ESA, departamento de acción), nuevo nombre de ‘Otsagi’; a ‘Aizkolari’, la formación de activistas antes llamada ‘Trebaketa’; y a ‘Ekintza Logistika Saila’ (‘Elosa’). Este ‘departamento de acción logística’, último avatar de ‘Ataka’ y de ‘Bamukasi’, está comisionado del transporte de hombres y material, el montaje de ingenios explosivos y el equipamiento de coches bomba.
La otra división de la estructura bicéfala se ocupa de la caja de reclutas (‘Endalar’, antes ‘Arrantzaleak’) y de la información (‘Info’ o ‘Mattinsalto’, antes ‘Pianistak’). Gorka Palacios Alday, Andoni o Nagi, se hizo cargo del ente formado por ‘ESA’, ‘Aizkolari’ y ‘Ataka’, estructuras que dirigía cuando fue detenido en diciembre de 2003 en Lons (Pirineos Atlánticos). Fernández Iradi se quedó con el otro área, a cuya jefatura se reincorporó tras evadirse a finales de 2002 de la comisaría de Bayona.
116 arrestos
La reorganización fue la reacción orgánica a la serie de golpes policiales encajados los meses anteriores. Susper había tenido que compatibilizar el relevo de ‘Otsagi’ con el mando de ‘Arrantzaleak’, que ya ostentaba, y pronto se vio desbordado por la acumulación de tareas. En su ‘cantada’ (autocrítica dirigida a la dirección tras el arresto), exponía el «enorme» volumen de trabajo realizado a un «ritmo infernal» para acudir a las citas de reclutamiento y reorganizar el aparato militar.
También asumía el traslado de los archivos del entramado desde ‘Itsusi’, el refugio de Olarra y Mujika en Bergerac, hasta Tarbes. La explotación de este ingente fondo documental propició 116 arrestos en una serie de siete redadas realizadas entre febrero de 2003 y julio de 2005 al otro lado de la frontera hispanofrancesa.
Además se descubrieron un par de proyectos de evasión de la cárcel parisiense de La Santé y la idea de atacar el sistema informático de Iberia para perjudicar la imagen de España.
Entre los ‘papeles de Susper’ se descubrió toda la contabilidad del aparato militar desde enero de 2001 hasta el verano-otoño de 2002. Hasta esta última época las aportaciones de la tesorería central (‘Diru batzordea’ o ‘Diba’) a las cinco subestructuras sumaban 844.410,34 euros. Esta cifra casi duplica los ingresos consignados a finales de 2001: un total de 433.442 euros tras la conversión a la divisa europea de cantidades anotadas en francos y pesetas.
La partida mayor rondaba el medio millón de euros en agosto de 2002 y estaba a disposición de ‘Otsagi’, área con elevadas necesidades financieras por encargarse de los atentados y los comandos. En los apuntes aparece un desembolso de 9.000 euros entregados a los tres miembros del ‘talde Fermín’ para sufragar el primer trimestre de la campaña que se disponían a emprender en España.
A continuación vienen los fondos asignados a ‘Arrantzaleak’ con 174.347,56 euros a finales de noviembre. Este importe es el resultado de sumar los 56.347,56 propios del subaparato de reclutamiento con un ingreso recibido el día 21 de aquel mes de ‘Diba’ a cuenta de ‘Otsagi’. Las anotaciones confirman que ‘Susper’ compaginaba la jefatura de ambas estructuras.
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