sábado, 21 de febrero de 2009

Absuelto el autor confeso del doble crimen de la calle Oporto, sólo culpable incendio


Vigo, 20 feb (EFE).- Jacobo Piñeiro Rial, autor confeso del doble crimen cometido en la calle Oporto de Vigo en julio de 2006, ha sido hoy absuelto de dos delitos de asesinato pero considerado culpable del incendio que provocó tras asestarles 57 puñaladas a Isaac Pérez Triviño y Julio Anderson.

Así lo informó el jurado popular en la Sección Quinta de la Audiencia Provincial en Vigo, que fue recriminado en plena sala por la madre de uno de los jóvenes fallecidos.

"Dejan en libertad a un asesino confeso, espero que les quede en la conciencia toda la vida", dijo la madre de Isaac.

Tras la lectura del veredicto, el fiscal y la acusación particular pidieron a la jueza que imponga la pena máxima por ese único delito de incendio y anunciaron que van a recurrir la sentencia al Tribunal Superior de Justicia de Galicia (TSJG).

El jurado consideró que el autor confeso del doble crimen actuó en defensa propia en el ataque con Julio y estimó "miedo insuperable" en el ataque a Isaac.

En ambos casos, explicó el jurado, Jacobo actuó "con el único propósito de defenderse de ser muerto o violado".

Para los miembros del jurado no ha quedado demostrado que quisiera acabar con la vida de los dos jóvenes y creen el alegato de la defensa sobre que Jacobo arrebatara un cuchillo a Julio y se defendiera acuchillándolo.

En cuanto a Isaac, el jurado apunta que el miedo a que éste le matara hizo que los acuchillase también.

El miedo fue tal que decidió atar a Julio por si éste lo mataba.

El jurado popular sólo ve culpable a Jacobo del incendio que provocó, posteriormente, del doble crimen y que, según confirmaron los bomberos durante la vista oral, si hubieran intervenido más tarde en la extinción del fuego la vivienda hubiera saltado por los aires.

El fallo del jurado popular indignó a la madre de Isaac, Marta Pérez Triviño, que, incrédula, lamentó que el autor confeso de dar muerte a su hijo sólo vaya a ser condenado por un delito de incendio.

"Estoy completamente desencantada", dijo la madre de Isaac, quien mostró su deseo en que el juicio quede anulado por el TSJG y para que Jacobo vuelva a ser juzgado.

Marta señaló que las pruebas en el juicio contra el autor confeso del crimen estaban "clarísimas" y que puede que, en un momento determinado, "diese una o dos puñaladas, pero no 22 y 35" como las que presentaban los cadáveres de Julio e Isaac, respectivamente.

Para la madre de Isaac el jurado popular no ha considerado culpable a Jacobo del doble crimen "por ignorancia" y recordó que es "un asesino confeso".

Marta estuvo arropada en todo momento por amistades y por miembros de la Asociación de Familiares de Víctimas de Delitos Violentos (Avidev).

Igual de incrédulo se mostró el abogado de la acusación particular, Tomás Santodomingo, que calificó de "absolutamente impresentable" que la sociedad pida un endurecimiento de las leyes en caso de asesinatos y que este jurado popular haya absuelto a Jacobo de ese doble asesinato.

"Los más amargo", dijo Santodomingo, es que si los dos muertos "llegan a ser dos chicas" seguro que el veredicto hubiera sido otro, y achacó el injusto veredicto al hecho de que las víctimas fueran homosexuales y uno de ellos negro.

También mostró su confianza en que el TSJG vea en el veredicto motivos suficientes para la anulación del juicio, un deseo compartido por el fiscal jefe del área de Vigo, Juan Carlos Horro, quien apuntó que en el veredicto existen contradicciones suficientes para pedir esa anulación.

Horro, que indicó que el fiscal que llevó el caso está afectado "personalmente" por el veredicto del jurado popular, calificó de "escandaloso" el fallo del jurado popular y afirmó que "algo fracasó, algo hicimos mal".

El fiscal jefe del área de Vigo dijo que discrepó con el veredicto del jurado, ya que son hechos probados, que el autor confeso, asestar 57 puñaladas a sus víctimas.

"Si eso se merece o no una pena, a mí me parece bastante claro", subrayó, al tiempo que aseguró que no tenía dudas de que un tribunal profesional hubiera dictado tres condenas a Jacobo, es decir, los dos delitos de asesinato y el de incendio.

El jurado popular abandonó las dependencias judiciales por otra puerta que no es la principal y, durante la toma de imágenes gráficas, algunos de sus integrantes no dejaron de taparse la cara.

El objeto de veredicto, por otra parte, fue devuelto hasta en dos ocasiones por la jueza antes de hacerlo público y aceptarlo la presidenta de la sala.

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