29.12.08 - Una inocentada moviliza a tres patrullas policiales en Puerto de Sagunto

Sucesos

Un hombre avisó a su hija de un falso incendio y luego ella llamó al 112
JAVIER MARTÍNEZ - VALENCIA


Una broma que le puede costar muy cara. La inocentada que un padre gastó ayer a su hija movilizó a tres patrullas de la Policía Local en Puerto de Sagunto. Los agentes acudieron con urgencia a un incendio que sólo existía en la imaginación de un gracioso.

Tras descubrir que se trataba de una falsa alarma, los policías identificaron al autor de la broma. Este hombre podría ser multado por un delito de desórdenes públicos, según informaron fuentes policiales.

Los hechos se iniciaron minutos después de las 12 horas del mediodía del domingo, cuando el hombre telefoneó a su hija y le dijo que se había declarado un incendio en su vivienda, concretamente en el número 52 de la calle Sagasta en Puerto de Sagunto.

La chica se puso muy nerviosa y llamó al teléfono de emergencias 112 para avisar del suceso, sin saber que se trataba de una broma de su progenitor en el día de los Santos Inocentes, según informaron las mismas fuentes. Un operador atendió la llamada y actuó según el protocolo establecido para estos casos. Así, desde el Centro de Coordinación de Emergencias se informó a la Policía Local del posible incendio en la dirección indicada.


Comprobación de la falsa alarma
De inmediato, el retén policial de Sagunto comunicó la incidencia a todas las patrullas que se encontraban de servicio en la localidad. Pocos minutos después, tres vehículos policiales llegaron a la calle Sagasta. Los agentes comprobaron entonces que se trataba de una falsa alarma e informaron de lo ocurrido al coordinador de la sala del 112.

Tras realizar las comprobaciones oportunas, la Policía Local identificó al autor de la inocentada, cuya identidad no ha trascendido, que presuntamente cometió un delito de desórdenes públicos.

Los hechos relatados, aparte de que hicieron perder el tiempo a la policía, podrían ser constitutivos de un delito recogido en el artículo 561 del Código Penal española. La pena que los jueces imponen a estos bromistas oscila entre seis meses a un año de prisión o una multa de 12 a 24 meses.