Un interno del centro penitenciario de Picassent (Valencia) golpeó ayer con una de las pesas utilizadas en los gimnasios, de 10 kilos, a un jefe de Servicios que intentaba convencerle para ser trasladado a la cárcel de Castellón II (Albocàsser), lugar al que están siendo llevados los primeros presos. Seguir leyendo el arículo
Así lo denunció hoy en un comunicado la Agrupación de los Cuerpos de la Administración de Instituciones Penitenciarias (Acaip), que lamentó que los internos "ven normal", ante cualquier contratiempo o inconveniente, "agredir, en algunos casos de forma salvaje y brutal, a estos funcionarios".
La supuesta agresión tuvo lugar ayer por la tarde, cuando el jefe de Servicios, máxima autoridad en esos momentos en la prisión, trató de convencer a este interno, del Módulo 5 de la Unidad de Cumplimiento, para que reconsiderara su actitud de ser trasladado a la cárcel de Albocàsser.
En ese momento, el interno se abalanzó supuestamente sobre él, y le golpeó con una pesa de las utilizadas en los gimnasios, de unos 10 Kilos. A pesar del "brutal" golpe recibido, el propio funcionario, con ayuda de otros, consiguió reducir al interno.
Como consecuencia de los hechos, el funcionario agredido presentaba numerosas contusiones en la cabeza, así como una herida que necesitó varios puntos de sutura. También fue necesario su traslado a un centro hospitalario para que se le realizara un TAC, con el fin de descartar que pudiera padecer algún tipo de lesión interna.
El interno acusado de la agresión presenta una larga trayectoria en prisión, donde ha protagonizado "numerosos" incidentes, entre ellos, varias peleas con otros internos. En la actualidad, le restaban casi 12 años de condena. Debido a ese perfil --incidentes protagonizados y larga condena pendiente--, iba a ser trasladado hoy al nuevo centro de Albocàsser.
Sin embargo, una vez protagonizados los hechos, se le ha solicitado su clasificación en Primer Grado --el régimen de vida más restrictivo que existe-- y su traslado a otro centro penitenciario distinto a los de Picassent o Albocàsser.
Este incidente, lamentaron desde el sindicato, "pone de manifiesto" lo ya denunciado en "numerosas" ocasiones, y es que los funcionarios de Instituciones Penitenciarias "han visto paulatinamente como perdían su autoridad en el interior de las prisiones, y los internos ven normal, ante cualquier contratiempo o inconveniente, agredir, en algunos casos de forma salvaje y brutal, a dichos funcionarios".
A pesar de ello, "desde la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias no se hace absolutamente nada por tratar de impedir estas agresiones", dijeron. Por ello, pidieron a esta institución que se entere de cuál es la realidad de los centros penitenciarios españoles, "muy alejada de su imagen idílica de la institución", puntualizaron.
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