El joven, que resultó ileso pese a los choques, circuló a «una gran velocidad»por la ciudad, según la Policía Municipal
IVÁN ALONSO| BILBAO
La Policía Municipal de Bilbao detuvo ayer a un joven que dio positivo en el control de alcoholemia tras destrozar siete vehículos que se encontraban aparcados en el centro de la ciudad. Afortunadamente, el siniestro, que a punto estuvo de ocasionar una tragedia, se saldó sin heridos.
Los hechos sucedieron sobre la 1.40 de la madrugada. A esa hora, un turismo Seat León circulaba a una velocidad excesiva por el centro de la villa. En su interior iban dos jóvenes que apuraban la noche del sábado.
Al llegar a la altura del número 44 de Alameda Recalde, en la confluencia con la calle Licenciado Poza, el conductor del automóvil perdió el control debido «al exceso de velocidad», según informaron portavoces de la Policía Municipal. A partir de este momento, se sucedió una cadena de estropicios.
Tras salirse de la calzada, se empotró primero contra un lujoso Mercedes que estaba estacionado a su derecha. Pese al brutal impacto, el individuo, lejos de detener la marcha, pisó el acelerador a fondo. La fuerza del golpe provocó que el Mercedes chocase, de rebote, contra otros turismos aparcados en la zona.
En su alocada huida, el 'kamikaze' causó un reguero de cuantiosos daños materiales. Dejó puertas hundidas, chapas dobladas, espejos arrancados... El primer vehículo contra el que impactó se llevó, de largo, la peor parte. Presentaba graves daños en la parte delantera e izquierda de su carrocería. Todos los turismos dañados se encontraban correctamente estacionados, añadieron fuentes de la Policía Local.
Cuando las asistencias sanitarias y la Policía Municipal acudieron al lugar del accidente, hallaron ilesos a los dos ocupantes del automóvil causante del accidente. Los agentes arrestaron al conductor y después le practicaron el test de alcoholemia. Dio positivo. El joven ha sido acusado de un delito contra la seguridad vial.
Arden dos vehículos
Por otra parte, un vehículo quedó destrozado al arder en la madrugada de ayer en la calle Rivas, de Sestao, en una zona próxima a la recientemente desaparecida 'Casa grande', que se vino abajo a consecuencia de un incendio. Los bomberos desplazados al lugar no pudieron evitar que el coche quedara completamente calcinado. En Barakaldo, otra furgoneta también se vio envuelta en llamas debajo del puente Rontegui. El aviso de un particular movilizó a dos dotaciones de la Ertzaintza y bomberos.
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