lunes, 10 de noviembre de 2008
Peleas en ETA entre asesinos desesperados y asesinos esperanzados
(PD).- La ruptura de la tregua reabrió en ETA y Batasuna una brecha divisoria que ha llegado a resquebrajar el propio núcleo dirigente de la organización terrorista. Segi asume que tiene dificultades de captación y que, en muchas localidades, ha renunciado al «activismo» porque el sector juvenil «sólo quiere fiesta», según documentos incautados. Las juventudes de ETA reconocen que algunos de sus centros son «fumaderos de porros».
ETA atraviesa una crisis en sus juventudes sin precedentes fruto de la desmovilización que se está produciendo en sectores que hasta ahora apoyaban a la banda pero también, y de una forma definitiva, por la presión policial y judicial sobre la kale borroka. Los últimos golpes a la violencia callejera han conseguido estrangular uno de los principales canales de los terroristas para nutrir su cantera.
Desde principios de la tregua anunciada poco antes de ese periodo de tiempo, las estructuras de ETA estaban dispuestas a seguir, pero constatan que los miembros de Segi se duelen -y así lo manifiestan- de una situación de enorme crisis como consecuencia del hostigamiento que vienen arrastrando. Primero, -informa El Mundo- con las persecuciones policiales contra los grupos autores del terrorismo callejero y con la disolución de Gazteriak; después, con los cambios de legislación que etiquetaron como terrorismo puro y duro los actos de violencia callejera, equipararon las condenas y responsabilizaron a los padres económicamente de los destrozos cometidos por sus hijos menores; y, finalmente, con las continuas ilegalizaciones que se iniciaron en 2000 con Jarrai, en 2001 con Haika -la sustituta-, y, finalmente, con Segi.
Segi está en crisis de captaciones, sus miembros potenciales tienen inquietudes serias como la de la vivienda y, en ocasiones, el TAV pero, en su mayor parte, su interés se centra en el ocio, y algunos de sus lugares de reunión se han convertido en «fumaderos de porros», según expresión propia. Los etarras reconocen que sólo en un barrio de San Sebastián la situación es medianamente «decente». El asunto de los porros resulta especialmente paradójico porque, tal como consta en el mismo documento, durante una época, ETA se erigió en defensora de la moral antidrogas, hasta el punto de que asesinó a varias personas con el argumento de que estaban vinculadas a ese mundo.
ETA suspende de militancia a su ex líder
Javier López Peña, Thierry, representante de ETA en las frustradas negociaciones con el Gobierno, y Ainhoa Ozaeta, quien difundió en vídeo el inicio de la última tregua el 22 de marzo de 2006 "están suspendidos de militancia y a la espera de castigo" por parte de la organización terrorista.
En una información del diario El País de este domingo se recoge que esta situación es fruto de la ruptura de la tregua por parte de la banda terrorista , que "ha abierto en ETA una fractura que ha llegado a resquebrajar al propio núcleo dirigente".
El aparato militar de la banda terrorista, dirigido por Mikel Garikoitz Azpiazu, Txeroki, acusa a Thierry de "entorpecer la preparación de atentados".
El periódico también refleja la "división interna" de Batasuna, que ha motivado al ex portavoz Arnaldo Otegi, al ex secretario general de LAB Rafael Díez Usabiaga y a dirigentes como Tasio Erkizia a "impulsar una plataforma propia".
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