domingo, 16 de noviembre de 2008

La Guardia Civil esclarece el crimen de una menor china en Aspe tras seis meses de investigaciones


J. C. M.| ALICANTE

Los cuerpos policiales nunca dan carpetazo a un crimen, por muy difícil que resulte su resolución. Ha quedado constatado una vez más con el esclarecimiento, tras seis meses de arduas investigaciones, del asesinato de una joven de nacionalidad china, menor de edad, ocurrido a finales del mes de abril en Aspe.
La víctima fue encontrada, todavía con pulso, tirada en el suelo de un restaurante asiático de la localidad. Aparentemente, no presentaba signos de violencia, pero un examen más exhaustivo del cuerpo determinó que la mujer pudo recibir un golpe en la cabeza y haber sido estrangulada. Murió en el traslado hacia el hospital, según indicaron entonces fuentes próximas al caso.
A la dificultad de la escasez de datos se sumó el conocido hermetismo propio del colectivo chino asentado en la provincia y el resto de España. Las pesquisas avanzaron muy poco a poco. Incluso, hubo momentos en los que parecía hartamente complicado conseguir resolver el homicidio.
Sin embargo, los responsables del caso, competencia de la Guardia Civil, lograron identificar y detener al presunto autor. Se trata de un hombre, de 27 años de edad, de la misma nacionalidad que la fallecida, que fue capturado a mediados de esta semana.
Por ahora, se desconocen las circunstancias en las que se produjo el crimen, así como el móvil, ya que se mantiene el secreto sumarial. La titular del juzgado que entiende de este asunto ya ha ordenado el ingreso en prisión provisional del varón arrestado, quien compareció el pasado viernes.
La chica, de 17 años de edad, fue encontrada en el restaurante Hong Kong, ubicado en la avenida Padre Ismael, hacia las ocho de la tarde del 25 de abril. Fue una empleada del local la que se topó con la desagradable escena. En esos instantes no había nadie más en el establecimiento, lo que denota que el autor de la muerte violenta se dio a la fuga en cuanto se percató de la gravedad de los hechos.
En el negocio se presentaron dotaciones de la Policía Local y la Guardia Civil, además de un vehículo sanitario. No obstante, nada se pudo hacer por salvar a la menor. Esa misma noche comenzó una investigación que ha dado resultados tras poco más de medio año de trabajo policial.
Desde el principio, los agentes pusieron en duda la posibilidad de que lo ocurrido respondiese a un robo. Trabajaron con la hipótesis de un crimen pasional, aunque las fuentes consultadas no han confirmado cuál fue la causa exacta de la agresión. Tampoco ha trascendido si existía una relación sentimental entre los dos implicados. El caso sigue su curso bajo la supervisión judicial.

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