Hallan el cadáver de un joven en un pabellón de Bilbao

La Ertzaintza no descarta «ningunahipótesis» sobre las causas de la muerte

IVÁN ALONSO| BILBAO

La Ertzaintza localizó ayer el cadáver de un joven de unos 30 años en el polígono industrial de Santa Ana, en el barrio bilbaíno de Bolueta. La Policía autonómica descubrió el cuerpo hacia las diez y media de la mañana después de que un particular avisara de la existencia de una persona tumbada en el interior de una empresa situada en la calle Tellería. Cuando los agentes se personaron en las instalaciones del pabellón industrial, enclavado junto al puente que une Bolueta con Basauri, el joven se encontraba ya sin vida.
El fallecido estaba completamente «empapado» debido a la lluvia caída durante gran parte de la madrugada de ayer, por lo que fuentes cercanas a la investigación creen que «podía llevar muerto varias horas». Los agentes encontraron entre las prendas de la víctima -según algunos vecinos de Santa Ana, podría tratarse de un joven asturiano- una entrada de la sala de fiestas Fever, emplazada en las inmediaciones donde fue descubierto el cadáver.
Portavoces del Departamento de Interior no descartaron ayer que el infortunado «hubiera pasado varias horas» en la discoteca. La Policía autonómica ha abierto una investigación para intentar encontrar a compañeros del fallecido y aclarar las posibles causas de la defunción. «Ahora mismo no descartamos absolutamente nada», reseñaron las mismas fuentes.
Autopsia
Nada más certificar la defunción, el juez ordenó el traslado del cadáver al Instituto Anatómico Forense para la realización de la autopsia. Responsables de Interior no descartan que el muchacho falleciera al caerse del viaducto que atraviesa la BI-712, aunque tampoco desechan que muriera por «causas naturales. Habrá que esperar a los resultados de la autopsia», insistieron a este periódico.
La muerte de este joven consternó a los vecinos del barrio. Pese al desapacible tiempo, muchos se encontraban en el tradiconal rastro a la hora en que se halló el cadáver. Sin embargo, ningún vecino de la calle Camino de Ibarsusi, cuyas ventanas dan a la calle donde apareció el cuerpo del finado, dijeron haber visto ni oído nada «raro o inusual» durante toda la noche.