martes, 18 de noviembre de 2008

18.11.08 - Un acusado de matar al compañero de su ex novia se enfrenta a 24 años de cárcel


Sucesos
La Guardia Civil apunta a un crimen "por celos" pero el procesado lo niega
A. CHECA| VALENCIA

El acusado, ayer, en el juicio. No hay pruebas directas ni testigos que incriminen a Juan C. L. en la muerte de Federico. Su cadáver apareció con una veintena de navajazos en un campo de naranjos de Oliva en la Navidad de 2005. Pero ayer, ante el jurado que debe enjuiciarle, Juan se sentó en el banquillo de los acusados de la Ciudad de la Justicia de Valencia.

La fiscal pide para él 24 años de prisión y 60.000 euros para los tres hermanos de la víctima mortal. Su abogado, la absolución. La acusación pública sostiene que el crimen tuvo un móvil pasional. Federico era el novio de Amparo, la mujer con la que el procesado había estado hasta poco antes del crimen.

"La dejé cuando me enteré de que no era mujer de un sólo hombre", sostuvo ayer. El acusado negó que sintiera odio hacia el fallecido por la relación que mantenía con su ex pareja. Durante más de una hora respondió a las preguntas de la fiscal haciendo gala de un notable aplomo y sin dejar de mirar a la cara de la representante del ministerio público.

Pero Juan pareció perder la seguridad cuando entró en la sala de vistas el miembro del Grupo de Homicidios de la Guardia Civil que coordinó su investigación. El procesado no miró ni una sola vez a los ojos del agente. Este subrayó que las lesiones que presentaba en el rostro el fallecido apuntaban a un homicidio "por celos". Su testimonio también contradijo la actitud supuestamente pacífica de Juan hacia la nueva relación sentimental de Amparo. Su ex novia aseguró que el acusado siguió una vez a la víctima hasta su domicilio e incluso tuvieron una discusión en otra ocasión en un bar.


Contradicciones
La muerte de Federico se produjo la mañana del día de Navidad. Esa jornada, el procesado dijo haber estado con su hermano y unos primos pasando la festividad en Carlet. Su ex pareja le llamó en la fecha del homicidio por si sabía algo de su novio. El acusado recordó ante el tribunal popular su respuesta: "Yo no sabía absolutamente nada. Yo no estuve con él ni un sólo momento salvo el día en el que le conocí".

Igualmente aseguró que no sabía nada de Amparo desde hacía casi un mes. El examen del teléfono móvil del procesado reveló contradicciones en ambas afirmaciones. Hasta 14 llamadas efectuó esa Nochebuena a su ex pareja. "No serían tantas", puntualizó Juan tras reconocer que tal vez no lo recordara.

Las indagaciones de los especialistas de Homicidios de la Benemérita se centraron además en identificar los repetidores que intervinieron en las conversaciones. Uno de los investigadores situó al acusado "cerca de Oliva.

Durante el juicio deberá aclararse también la procedencia de la sangre hallada en una furgoneta de Juan y los rasguños que presentaba este en sus brazos. "Me debí hacer una herida mientras cargaba leña y podaba", trabajo que el acusado asegura que estuvo haciendo durante la Nochebuena. La vista continuará hoy en la Ciudad de la Justicia.

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