La detención de siete ciudadanos albanokosovares presuntamente relacionados con el asalto a la casa del empresario José Luis Moreno, cometida hace ahora casi un año, podría esclarecer uno de los robos con violencia más llamativos realizados en un domicilio particular, en el que se utilizaron técnicas altamente profesionalizadas que generaron una intensa preocupación. La neutralización de la criminalidad organizada que en los últimos años se ha venido asentando en España procedente del sur de Europa, de antiguas repúblicas soviéticas y de los Balcanes debe constituir una de las tareas prioritarias de Interior. Porque su peligrosidad y la sofisticación de los métodos a los que recurren acentúan tanto los riesgos que corren sus víctimas potenciales, como las dificultades de la Policía para combatir sus crímenes. Con el agravante de que la desprotección que proyectan enturbia la imagen de sociedad segura a la que aspira cualquier país democrático.
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