sábado, 4 de octubre de 2008

La vida de un joven estuvo a punto de perderse por la agresión salvaje de un individuo recién salido de la cárcel


La vida de un joven estuvo a punto de perderse por la agresión salvaje de un individuo recién salido de la cárcel. Los hechos tuvieron lugar al amanecer, sobre las siete de la mañana, en un local del puerto deportivo de Aguadulce, una zona donde la violencia se desata una y otra vez por culpa del exceso de alcohol, como se ha venido denunciando reiteradamente desde hace años por parte del vecindario.

Ginés Rueda, hijo del conocido secretario provincial de la Unión Federal de Policía UFP, un reivindicativo sindicato policial, volvió a nacer el pasado 27 de septiembre, cuando sufrió graves heridas en el cuello provocadas por el cristal de una copa que estrelló contra él el agresor, detenido posteriormente por la Guardia Civil y puesto a disposición judicial. El profundo corte a punto estuvo de seccionarle la yugular. Los servicios médicos que le atendieron le dijeron que ése mismo día había vuelto a nacer, porque el impacto del cristal le pudo provocar la muerte.

Ginés y su amigo Darién Asian recuerdan que "nos encontrábamos un grupo de amigos en la barra del bar. Una chica -relata Darién- me quitó el taburete en el que estaba sentado sin pedirme permiso cuando me había levantado un segundo y le dije que tenía mucha cara por hacerlo sin pedirme permiso. Poco después un individuo me pega un empujón por detrás y me da un puñetazo en la boca. Entonces resulta que el portero del local responde echándome a mí y veo cómo echan también a Ginés con un corte en el cuello".

Por una banalidad el joven casi pierde la vida, porque una chica le quita el taburete a su amigo sin pedirle permiso. Asian se encontró con que iba a sentarse tras haberse levantado y le habían quitado la silla. El agresor, empujándole, tira al suelo a Darién, diciéndole que "se había pasado con su novia, que se había metido con ella. Me vuelve a empujar, y ya entonces intento defenderme, y recibo un puñetazo en la boca que no vi ni por dónde me vino. Entonces fui a buscar al ex portero de otro local que yo conocía y me dijo que no podía hacer nada al ser un local diferente al suyo, pero que me defendiese a botellazos si hacía falta. Resulta que el mismo portero que me había echado fue el que sacó a Ginés cogido del cuello."

El joven recuerda que "salí del local un momento a tomar un poco el aire porque me picaban los ojos al haber mucho humo dentro. Cuando vuelvo me encuentro una trifulca entre Darién y otra persona. Me meto a separarlos porque conozco a mi amigo hace muchos años y entonces me dice el tío 'que si yo también quiero' y me incrusta una copa de balón en todo el cuello. Me la estrella directamente, sin más. No hubo más historias, yo ni siquiera levanté la mano, me quedé sorprendido, no lo vi venir".

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