lunes, 29 de septiembre de 2008

El juez cita como imputado al vigilante herido en el tiroteo de Abando


El juez cita como imputado al vigilante herido en el tiroteo de Abando

Considera que participó en los hechos después de escuchar testimonios de testigos y de ver los vídeos de las cámaras

El titular del juzgado de instrucción número 6 de Bilbao ha citado a declarar como imputado en los próximos días al vigilante de seguridad, César C., de 35 años, implicado en el tiroteo con un escolta de un concejal en la estación bilbaína de Abando el pasado 29 de agosto en el que resultó herido. Según la resolución judicial a la que ha tenido acceso este periódico, el magistrado entiende que de la instrucción practicada, sobre todo de los testimonios de testigos y el visionado de los vídeos grabados por las cámaras de seguridad y a falta de conocer el análisis balístico, se desprende que el vigilante César C. «tuvo participación en los hechos».
La refriega se inició alrededor de las dos menos cuarto de la tarde cuando la intermodal, donde confluyen el tren y el metro, estaba repleta de viajeros en tránsito. Según indicaron testigos del incidente, el vigilante se enfadó al creer que los escoltas de un concejal del PP de Portugalete que se iba de viaje, se reían de él. César C. se dirigió hacia el escolta -Carlos D.J., de 28 años y natural de Santo Domingo (República Dominicana)- y se inició entre ellos una acalorada discusión. Los dos profesionales se encararon hasta tres veces y entonces empuñaron sus respectivas armas e intercambiaron disparos ante el estupor de sus respectivos compañeros y del público. En el tiroteo resultó herido el vigilante con dos impactos de bala en una pierna y en el hombro. También recibió un balazo en un brazo un viandante ajeno a la disputa que pasaba por allí.
Giro a la instrucción
El guarda de seguridad ingresó en la Unidad de Cuidados Intensivos del hospital de Cruces, donde permaneció varios días, a causa de las heridas de arma de fuego. El escolta, que en un primer momento desapareció de la escena, se entregó a la Ertzaintza después de hablar por el móvil con su compañero, el otro guardaespaldas. En un primer momento, sólo Carlos D.J. figuraba como imputado, pero después de escuchar algunas declaraciones y de ver los vídeos que recogen el enfrentamiento, el magistrado instructor del caso ha decidido darle una giro a la investigación y llamar a declarar como imputado también al vigilante, que hasta ahora estaba presente en la causa únicamente como testigo.
Alguno de los testigos han apuntado que el vigilante, después de desenfundar el arma varias veces -el primero en sacarla fue el escolta- subió las escaleras hacia la plataforma de los andenes donde se produjo el tiroteo pistola en mano, postura que fue vista por el guardaespaldas antes de empezar a disparar.
La prueba balística que elabora la Policía Científica de la Ertzaintza determinará cuántos disparos efectuó cada arma, cuáles fueron sus trayectorias y donde impactaron. Además de las tres que hirieron al vigilante y a un joven nigeriano, los testigos afirman que escucharon al menos cinco o seis disparos. En el maletín del edil protegido por los escoltas y en una cristalera impactaron también tiros.

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