
Canarias7
Las Palmas de Gran Canaria
La Policía Nacional trabaja con la hipótesis de que el asesinato de In Sil Oh, de 12 años, fue obra de una o varias personas que entraron en su casa para robar y al encontrar en el interior a la niña, la golpearon hasta matarla. Se analiza además la posible conexión del caso con la muerte de un anciano hace diez días, también en La Isleta.
Un fuerte golpe en la cabeza con un objeto, al parecer, metálico, fue la causa del fallecimiento de In Sil Oh, de sólo doce años de edad y de origen coreano, cuyo cadáver fue hallado por su padre el pasado sábado en el interior de la vivienda que compartían ambos, en el número 215 de la calle La Naval, en el barrio capitalino de La Isleta.
Éste fue al menos el argumento que adujeron como causa de la muerte algunas fuentes próximas a la investigación a lo largo del día de ayer, en el que se le practicó la autopsia al cadáver de la pequeña.
Por el momento, no se ha producido la detención de ninguna persona o personas en relación con este brutal crimen.
Entre las hipótesis con las que trabajan los investigadores de la Policía Nacional para resolver el caso cobra cada día más fuerza la idea de que el asesino o asesinos de In Sil Oh entraron en la vivienda con el propósito de robar, pensando quizá que la casa estaba vacía, y que al encontrar a la pequeña en el interior, se cebaron con ella y la golpearon hasta matarla.
Las mismas fuentes aseguraron que los agentes estudian una posible conexión de este asesinato con el que se produjo el pasado día 21 de agosto, también en el barrio de La Isleta, no muy lejos del domicilio de la niña.
Ese jueves, en la calle Saucillo, Juan C.T., un hombre de avanzada edad, fue hallado muerto en una habitación de su casa, atado a una silla. En esa ocasión también se indicó que la vivienda estaba muy revuelta y que la hipótesis del robo como móvil del crimen era la que se barajaba con más rotundidad.
En la vivienda de la calle Saucillo tampoco se había forzado la puerta principal, como ocurrió en la casa de la niña, y también en ambos casos se planteó la posibilidad de que los asaltantes hubieran entrado por la azotea del inmueble.
Han pasado ya diez días desde la muerte de Juan C.T, y las fuerzas de Seguridad todavía no han conseguido detener a nadie por aquel delito.
Ya en aquella ocasión, los vecinos de La Isleta mostraron su conmoción y al mismo tiempo, el temor a que un hecho de estas características pudiera repetirse en el barrio, cosa que podría haber ocurrido este pasado sábado, en el domicilio de la pequeña In Sil Oh.
Mutismo.
De cualquier modo, aunque las pesquisas policiales parecen ir en esa dirección, cabe indicar que todavía no se han ofrecido datos oficiales con respecto a este caso. Las actuaciones de los investigadores del Grupo de Homicidios del Cuerpo Nacional de Policía, que llevan el caso con el apoyo de los miembros de la Policía Científica, se desarrollan dentro del más absoluto sigilo.
El titular del Juzgado de Instrucción Número 1 de Las Palmas decretó el mismo día del crimen el secreto sumarial de las investigaciones y el mutismo en torno al suceso es total. Todo ello con el fin de que las posibles filtraciones de información no perjudiquen la marcha de las pesquisas, hasta que no se esclarezcan todos los detalles y se pueda detener al asesino.
Pero mientras eso no ocurra, los vecinos, que no se han repuesto del duro golpe que supone la muerte de una niña de una manera tan brutal, mostraban ayer su temor tras los dos asesinatos que se han cometido en el barrio en sólo diez días.
Tres días de duelo en su colegio.
Los responsables del Colegio Público Tauro, al que In Sil Oh acudía desde hacía años, decidieron que el centro permanecerá cerrado durante tres días en señal de duelo por el cruel asesinato de la pequeña. Así, desde ayer y hasta mañana miércoles, en el colegio no se realizará ningún tipo de actividad.
Algunas de las profesoras del centro recordaban ayer, visiblemente consternadas, a la alumna como una niña alegre y dicharachera, que al principio tuvo problemas con el idioma pero que, en la actualidad, lo manejaba perfectamente.
Aseguraban también que era una niña muy participativa en las clases y en las actividades extraescolares que desarrolla el colegio cada año.
La muerte de In Sil Oh ha causado una gran consternación entre el profesorado y los alumnos del centro, que no salían de su asombro ante la crueldad que demostró el asesino o asesinos al acabar con la vida de la niña.
No hay comentarios:
Publicar un comentario