Los agentes municipales se incautaron de 7.500 piezas de bisutería
R. DE LA FUENTE| VALENCIA
La Policía Local de Valencia detuvo ayer en Ruzafa a dos comerciantes chinos como presuntos autores de un delito contra la propiedad industrial. Los agentes registraron la tienda de estas personas y les intervinieron más de 7.500 piezas de bisutería supuestamente falsificada, según informaron fuentes policiales.
Los hechos ocurrieron alrededor de las 12 horas de ayer en el cruce de las calles Cuba y Buenos Aires, cuando los agentes comprobaron que una persona salía de la tienda con bisutería presuntamente falsificada.
La patrulla entró en el local y observó cómo se realizaba otra operación de venta de productos a dos personas que bajaban de un almacén situado en el altillo.
Asimismo, los policías localizaron en el mismo establecimiento numerosos artículos falsos de marcas conocidas como Tous, Dolce & Gabbana o Armani, entre otros.
Los agentes intervinieron más de 7.500 piezas de bisutería, como 1.500 collares, 3.000 pulseras, 1.500 anillos y otras 1.500 piezas entre monederos, pendientes y relojes.
Por ello, se procedió a la detención de dos personas de nacionalidad china, de 39 y 40 años, que quedaron a disposición judicial junto con el género intervenido.
Esta operación se enmarca en un plan de prevención de la piratería industrial que la Policía Local de Valencia está llevando a cabo desde hace varios meses en la ciudad de Valencia.
Un vecino de Ruzafa, Vicent Marqués Carbonell, destacó que se trata de "una zona donde se vende mucho producto de imitación". El hombre aseguró que siempre hay "mucha policía inspeccionando en el barrio, porque aparte de venderse cosas falsas, también se trafica con droga".
El pasado mes de junio tuvo lugar en Valencia y Barcelona una de las mayores operaciones contra la venta de material falsificado. Siete contenedores fueron intervenidos con 20 millones de euros en productos falsificados y medio millón de material de conocidas marcas. Los agentes detuvieron a cuatro personas, dos de ellas en Valencia.
La red desarticulada importaba la mercancía desde China en contenedores a través de diversos puertos, principalmente el de Valencia, para posteriormente distribuirla por toda España.
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