Sucesos
La víctima recibió varios garrotazos y falleció el domingo en un hospital de Valencia
J. A. M./J. A. Z.| VALENCIA
La tragedia ha salpicado otra vez un geriátrico valenciano. La Guardia Civil ha abierto una investigación para aclarar las circunstancias de una agresión ocurrida el pasado fin de semana en la Residencia de la Tercera Edad de Buñol, dependiente de la Conselleria de Bienestar Social.
Según informaron fuentes próximas al caso, los hechos ocurrieron hace pocos días, en el citado establecimiento de la Generalitat, que está situado en la avenida Vicente Blasco Ibáñez del municipio, justo al lado del centro de salud. Al parecer, uno de los ancianos residentes, de unos 80 años, se metió en la habitación de la víctima y golpeó a su compañero, también de avanzada edad, varias veces con un garrote.
Nada más se sabe de las razones concretas que desataron esta agresión. LAS PROVINCIAS brindó ayer a la dirección del centro la posibilidad de ofrecer una explicación sobre los hechos, pero los responsables del establecimiento para mayores se negaron rotundamente a dar su versión.
De acuerdo con las mismas fuentes, la víctima no falleció en el acto, sino que fue trasladada con vida hasta un centro sanitario de Valencia. Los médicos intentaron salvarle, pero su corazón se paró el domingo por causas que deberá determinar la autopsia. Los forenses no creen, en principio, que los garrotazos fueran la causa de la muerte.
Ayer por la tarde, un equipo de Policía Científica de la Guardia Civil de Valencia se desplazó a la residencia para realizar una inspección ocular de la escena de los hechos. El secretismo y absoluta discreción con la que se ha llevado la muerte de este anciano hizo que ayer nadie, entre los vecinos del pueblo, supiera lo que había sucedido.
Sorpresa en el pueblo
"¿Qué un anciano ha sido agredido?", se preguntó asombrado el dueño de un bar situado justo en frente del geriátrico. Hasta la Policía Local del municipio desconocía lo ocurrido en el centro, ya que, según manifestaron fuentes municipales, los agentes que estaban de servicio no intervinieron en la emergencia.
Los ancianos han protagonizado más de una docena de homicidios en los últimos ocho años en la Comunitat Valenciana. Cuatro de estos crímenes se han producido en residencias para la tercera edad.
En noviembre de 2006, un anciano de 75 años de edad acabó con la vida de su mujer en uno de estos centros. El hombre apuñaló a la víctima en la habitación que habían compartido durante los últimos ocho años, en un geriátrico de Alicante.
Uno de los casos más graves registrados en la provincia de Valencia ocurrió en Sueca a principios de mayo de 2005. Un hombre de 62 años de edad acabó con la vida de su compañero de habitación tras clavarle un punzón mientras la víctima dormía. Según informaron en su día fuentes próximas al caso, J. C. M., empleó un pincho de los que se suelen utilizar para agujerear cinturones y se lo clavó a su amigo D. R., de 76 años y vecino de Sueca. Las mismas fuentes aseguraron que la agresión estuvo relacionada con las molestias que al agresor le producían los ronquidos de la víctima.
Nada más consumar el homicidio, el anciano confesó lo ocurrido a la madre superiora, Sor Rosario. La religiosa alertó entonces a la policía y a la Guardia Civil, cuyos agentes se personaron de inmediato en el centro.
En 2000, una trivial pelea por el canal de la televisión entre dos ancianos hizo que uno de ellos, de 77 años de edad, le arrojara una banqueta a su compañero de residencia en Sagunto. La víctima del homicidio cayó al suelo y pereció prácticamente en el acto, a consecuencia de un mal golpe.
Un año antes, un hombre esquizofrénico de 62 años de edad acabó con la vida de otro interno en un geriátrico de Orihuela. La víctima, de 77 años de edad y con demencia senil, recibió varios golpes con un cuadro.
sucesos@lasprovincias.es
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