los subsaharianos piden "justicia"
Segunda noche consecutiva de disturbios en la localidad almeriense de Roquetas de Mar
(ALMERÍA)
Antidisturbios esta última noche en Roquetas de Mar, ante una pequeña barricada incendiada. /EFE
Otros cuatro detenidos
La segunda noche consecutiva de disturbios en Roquetas ha terminado con otros cuatro subsaharianos detenidos, la misma cantidad que en la primera. Además hay al menos un agente de la Guardia Civil herido, según la Subdelegación del Gobierno, y ha tenido que ser atendido en un centro hospitalario.
Los últimos arrestados, por desórdenes públicos y delitos de atentado y resistencia grave a la autoridad, proceden de Guinea Bissau y de Senegal, este último país de origen del asesinado.
El alcalde afirma que no es racismo
El alcalde de Roquetas de Mar (Almería), Gabriel Amat (PP), ha descartado que los disturbios registrados en esta localidad se deban a "un caso de racismo". Añade el primer edil que ahora todo está en calma y que las patrullas especiales de la Guardia Civil seguirán en la zona todo el tiempo que sea necesario, ha comentado en rueda de prensa.
Amat ha pedido a los vecinos de Roquetas de Mar, con 25.407 inmigrantes censados (el 30,95% de su población), "tranquilidad, sosiego y que demuestren que en la convivencia que ha imperado siempre en Roquetas se siga teniendo". Nada que ver con el racismo, insiste: simplemente “un valiente”, el senegalés apuñalado y muerto, ha pagado con su vida el intentar mediar en una pelea.
El primer edil ha anunciado que a las 18.00 horas de hoy se reunirá la Junta Local de Seguridad para analizar las actuaciones que habrán de emprenderse en las próximas horas.
Después de los grandes daños materiales provocados en la madrugada del domingo tras el asesinato de un senegalés, en esta ocasión una ambulancia ha sido apedreada
El director de la Asociación Almería Acoge, Juan Miralles, teme que este tipo de actos vandálicos puedan repetirse, porque proceden de una situación social de marginación que nadie cambia
Segunda noche de disturbios callejeros en Roquetas de Mar (Almería), cuando la muerte de un senegalés de 28 años que fue apuñalado ya provocó incidentes en la madrugada del sábado al domingo. Sin ser tan graves como los de la primera jornada de tensión, esta última noche un grupo de subsaharianos ha tratado de apedrear una ambulancia.
La subdelegación del Gobierno ha informado de que, tras la muerte del subsahariano -presuntamente a manos de un gitano- y los disturbios se había vivido una tarde de domingo tensa pero relativamente tranquila. Eso se rompió alrededor de las 21.30 horas, cuando un vecino que caminaba por la barriada de las 200 Viviendas donde sucedió el asesinato se ha asustado al pasar junto a diversos grupos de subsaharianos, por lo que ha acelerado el paso, se ha caído accidentalmente y ha precisado de atención sanitaria.
La ambulancia que se ha trasladado al lugar para auxiliar al hombre ha sido recibida por numerosos subsaharianos que han tratado de atacar al personal sanitario a pedradas y botellazos, en una réplica de lo que hicieron durante la madrugada anterior con las fuerzas de seguridad y los bomberos.
Nuevamente se han levantado numerosas barricadas de contenedores ardiendo en una amplia zona situada en torno a la plaza de Andalucía, plagada esta madrugada de cristales rotos que evidenciaban los enfrentamientos que se han registrado en las últimas horas, contra patrullas policiales que trataban de devolver el orden a la localidad.
Clamando “justicia”
Con la iluminación pública del barrio totalmente apagada, y mientras un helicóptero del instituto armado sobrevolaba el lugar, las patrullas han ido dispersando a los pequeños grupos que se han formado, con la orden de intervenir de inmediato ante cualquier incidente.
A la una de la madrugada, los agentes han tenido que desplegarse en la misma plaza, al formarse una amplia aglomeración de subsaharianos de la que provenían los gritos desgarrados de un hombre que, finalmente, según han apuntado las fuentes policiales y los propios compañeros de éste, ha sufrido simplemente un ataque de ansiedad por el que se ha requerido la presencia de una ambulancia.
Mientras todo esto ocurría, seis subsaharianos que permanecían expectantes en la plaza de Andalucía, muy próxima al lugar en el que murió el ciudadano senegalés, han justificado ante los periodistas su decisión de "echarse a la calle" en su deseo de que se haga justicia con su compañero muerto, "porque sin ella, otro gitano matará a otro moreno y, otra vez, no pasará nada".
"Estallido previsible" cuando no se hace nada
Pese a que el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha expresado en Onda Cero que en su opinión el brote violento de Roquetas es "un caso aislado", el director de la Asociación Almería Acoge, Juan Miralles, se ha mostrado hoy temeroso ante que se puedan repetir incidentes vandálicos en Roquetas "si no se hace nada porque la realidad social cambie”. Sin ese condicionante, “esto es lo que nos podemos encontrar", ha afirmado Miralles en una entrevista a la Cadena Ser.
Miralles ha constatado que el suceso llama más la atención que otros porque se trata de un barrio en el que vive un porcentaje "altísimo" de población inmigrante, pero a la vez ha justificado que "esto lo que se da, por desgracia, si no todos los días, todas las semanas en cualquier barrio de nuestras ciudades".
Tras esta reflexión, el representante de Almería Acoge ha calificado la situación de Roquetas de "estallido previsible cuando no se hace nada por prevenir la tensión que hay en el ambiente" y ha salido en defensa -sin discutir que pueda haber algún otro hecho de fondo que investiga la Policía- del ciudadano senegalés asesinado, asegurando que se trata de un trabajador "honrado", que se ha visto envuelto en "ese ambiente de deterioro, de descuido, de exclusión social" de los barrios marginales y descuidados en muchos sentidos, desde el policial hasta el urbanístico.
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