domingo, 31 de agosto de 2008

Un toro se escapa en Borriol y recorre casi cinco kilómetros entre vehículos por la autovía CV-10


Sucesos

Coches patrullas de la Guardia Civil y vehículos de vecinos escoltaron al animal por la vía rápida

REDACCIÓN| VALENCIA LP
La Guardia Civil y el Seprona organizaron un dispositivo para evitar que el animal escapase o llegase a herir a alguna persona. El final de los festejos taurinos de Borriol de agosto de 2008 pasará a los anales de la historia de la localidad. Y es que será difícil de olvidar una persecución a un toro más de 5 kilómetros por una autovía. El último día de toros de las celebraciones locales acabó en un susto que se convirtió en una curiosa aventura para vecinos, agentes de la Guardia Civil e incluso el propio alcalde.

El protagonista, un joven astado de los que protagonizaban la entrada de reses de la mañana, que no quiso volver a la ganadería y acabó protagonizando una persecución propia de una película de Berlanga.

Los acontecimientos empezaron tras la entrada de toros de las 13 horas, en el momento de devolver a los animales a la ganadería. "Hemos habilitado un corral auxiliar en las inmediaciones del recinto taurino para cargar y descargar las reses. Habitualmente los camiones entran marcha atrás y cargan y descargan sin problemas, pero hoy el ganadero no ha colocado la 'corraleta' -la segunda puerta de seguridad- y uno de los animales se ha escapado", dijo el alcalde, Adelino Santamaría.

El toro, "que no era un becerro, sino un animal joven, fuerte y rápido", en un primer momento causó la alarma entre los vecinos, que se refugiaron en sus casas. La res atravesó las calles del municipio hacia el este hasta toparse con la autovía de La Plana, A-7 o CV-10. Entonces, el astado siguió este vial rápido colina abajo hacia Castellón, ante la sorpresa de los conductores.

Tras introducirse en a la A-7 por el único acceso que existe en la localidad, el animal siguió la carretera hacia el Sur en dirección a Castellón. Sin embargo, para evitar accidentes, el astado hizo el recorrido escoltado, es decir, rodeado por vehículos de la Guardia Civil y aficionados al toro para evitar que se saliese del carril y dañase a algún vehículo en plena operación retorno.

Finalmente, ya a la altura de la carretera Alcora, en la zona de Masia Gaeta, salió del vial y, por un carril bici llegó fatigado a una zona semi boscosa entre los chalets.

Allí, los agentes de la Guardia Civil rodearon al animal y esperaron a llegada del ganadero. "Si hay suerte, los mansos podrán hacer que se cargue al animal al camión y que esto se solucione", comentaba cansado el alcalde tras más de cinco horas de persecución infructuosa.

De hecho, aunque el Seprona también estaba en el lugar, nunca habían utilizado la carabina con la que, si había algún problema, debían disparar un dardo somnífero. Tampoco la Guardia Civil podía hacer nada, pues carecía de orden de disparar sus armas reglamentarias, de las que sólo se hace uso en situación de grave peligro.

Por suerte, finalmente llegó el ganadero y, con la ayuda de un manso, consiguieron que la res entrase en el corral de una masía abandonada. Posteriormente, el ganadero situó el remolque de su vehículo en la entrada del corral de la citada masía y logró que el animal entrase en el vehículo. La aventura, que tuvo un final feliz, se prolongó desde poco después de las 13 horas hasta alrededor de las 18.30 horas de la tarde.

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