La rápida movilización de dos patrullas de la Guàrdia Urbana –una de ellas motorizada– permitió detener ayer a tres hombres que un minuto antes habían protagonizado un atraco en la sucursal que el Deutsche Bank tiene en el 115 de la Rambla Nova. Poco después del asalto, a unos 50 metros y en plena Plaça Imperial Tarraco, los sospechosos fueron interceptados.
El atraco fue cometido a las 12.20 horas. Un turismo Volvo de color gris aparcó delante de la sucursal. El conductor permaneció en el interior del vehículo. Se trata de su propeitario, Antonio R.F., de 67 años.
Del turismo se bajaron dos individuos con la cara descubierta y entraron en el banco. Uno de ellos, Juan José O.N., de 38 años, se fue al fondo de la entidad. El otro, Antonio R.U., de 33 años, se dirigió a donde estaba el cajero. «Esto es un atraco. Dame el dinero», le dijo al trabajador. Éste pensó que se trataba de una broma e incluso le empujó.
Desenfundar la pistola
El otro atracador, que se encontraba al fondo de la sala, desenfundó una pistola y se dirigió al cajero: «Esto es un atraco y va en serio. Dame todo el dinero». El empleado le dio un fajo de billetes –después se supo que el botín ascendía a 4.170 euros–. No sabían que entre los clientes que se encontraban en el local había un guardia urbano fuera de servicio.
Los dos asaltantes se subieron al vehículo y emprendieron la huida. Por su parte, el agente llamó rápidamente a la central de la Guàrdia Urbana para informar de lo sucedido, dar la descripción de los hombres y también del vehículo, a la vez que los iba siguiendo a pie. Un minuto después, a unos 50 metros, un vehículo de la Guàrdia Urbana y dos motoristas se cruzaban en la trayectoria del Volvo. «Los tres ladrones se quedaron dentro, mientras los guardias gritaban, dirigiéndose a la gente que estaba alrededor, que iban armados», aseguró al Diari Jordi, uno de los testigos, que estaba delante de la Facultat de Lletres. Los delincuentes no ofrecieron resistencia y salieron del coche ante las indicaciones de los guardias.
Al suelo
Los agentes los encañonaron y al que llevaba la pistola le obligaron a tumbarse en el suelo. Llegaron dos patrullas de los Mossos d’Esquadra, que detuvieron a uno de los atracadores. Son dos vecinos del barrio de La Mina (Sant Adrià del Besós) y uno de Badalona.
Los detenidos, ya en los coches policiales, fueron trasladados al Hospital de Santa Tecla para un reconocimiento médico. Mientras, los testigos reconocieron que todo fue muy rápido. Y allí continuaron llegando patrullas de la Guàrdia Urbana y dos de paisano de la Policía Nacional.
Los guardias recuperaron la pistola utilizada en el atraco. Se trata de una 9 mm. parabellum marca Ekos modelo Masor, un arma en perfecto estado de funcionamiento, aunque la incautada llevaba siete cartuchos de fogueo.
También se recuperaron los 4.170 euros que habían sido sustraídos. El coche fue retirado rápidamente por la grúa municipal y trasladado a la comisaría de la Policía Nacional.
viernes, 29 de agosto de 2008
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