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Su dictamen «echa de menos» una postura clara de la consejería en contra de la discriminación a las mujeres
El Ararteko, Iñigo Lamarca, ha reprochado en un informe escrito al Departamento de Interior que tardase un año en investigar un caso de acoso laboral detectado en la unidad de la Policía científica de la Ertzaintza. El documento del defensor del pueblo vasco analiza uno de los hechos más polémicos registrados en este cuerpo en los últimos tiempos y que ya ha provocado fuertes críticas a la consejería de Javier Balza. La Agencia Vasca de Protección de Datos impuso una sanción leve, después de que Interior divulgara las identidades de los hijos de una ertzaina, y una sanción grave al saberse que también se había utilizado el sistema de seguridad del centro policial de Erandio para controlar los movimientos de la agente.
El caso se remonta a 2005, cuando una ertzaina que trabajaba en la unidad de la Policía científica se incorporó a su puesto tras una baja por maternidad. La mujer pidió una serie de cambios en su trabajo para conciliar la vida familiar y su maternidad. La respuesta que dieron sus mandos fue que se le abriría un expediente disciplinario, si no dejaba de reclamar esos cambios. Según la denuncia presentada en su día, a la mujer le comenzaron a encargar labores que excedían de su preparación y se le exigió un informe semanal sobre su rendimiento.
Las presiones continuaron hasta que la agente cogió una baja por depresión. La Seguridad Social reconoció que su enfermedad fue fruto del «entorno laboral de conflicto» al que se enfrentaba.
El informe elaborado por el organismo que dirige Iñigo Lamarca destaca que es «difícilmente discutible» el exceso de tiempo que transcurrió desde el momento en que se conoció el supuesto caso de acoso, en mayo de 2005, y el instante en que la unidad de Asuntos Internos decidió investigarlo, en marzo de 2006. El Ararteko, en este sentido, destaca que esta forma de actuar «no es acorde con la diligencia y brevedad con la que se debe dar respuesta a este tipo de denuncias».
El defensor del pueblo, asimismo, asegura «haber echado de menos una mención, siquiera mínima», de la consejería dirigida por Javier Balza con respecto a la denuncia de discriminación por razón de sexo. En este sentido, en el informe del Ararteko se destaca que la mujer fue trasladada de puesto de trabajo porque su superior entendió que, como consecuencia de su baja por maternidad, había perdido experiencia profesional. «Es evidente, que conforme al ordenamiento jurídico, ninguna mujer puede sufrir ningún perjuicio laboral derivado del disfrute de una licencia», recoge el documento firmado por Iñigo Lamarca.
Ninguna jefa
El análisis del defensor del pueblo resalta que un informe elaborado por el viceconsejero de Seguridad, Mikel Legarda, «obvia cualquier» referencia a la discriminación por razón de sexo y se limita a justificar los cambios por razones organizativas.
Actualmente, en la Policía Científica no hay ninguna mujer entre los once jefes que componen la jefatura; la única que existía fue también cesada a raíz de estos hechos, después de prestar su apoyo a la ertzaina trasladada de sección. El informe del Ararteko recuerda que sobre este último caso está pendiente una denuncia sobre una supuesta falsificación de documento por lo que no puede entrar a analizarlo al encontrarse todavía en trámite en los tribunales.
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