

HASTA EN 3 OCASIONES HAN DETENIDO A ETARRAS EN EL PISO DE KEPA SUÁREZ
Exclusiva CITY FM: Los terroristas del piso del etarra que negociaba con Zapatero
En la madrugada del pasado martes 22 de julio, la Guardia Civil irrumpía en un piso de la calle Iturribe de Bilbao. Concretamente en el nº 68 de esa vía, en el piso 4º, puerta 5 . Eran las 4:00 de la madrugada y la operación estaba siendo dirigida por el juez de la Audiencia Nacional, Baltasar Garzón. Dentro del inmueble se encontraban y fueron detenidos inmediatamente: Arkaitz Goitcoetxea, Maialen Zuazo Aurrekoetxea y Ana Belén Prieto Furundarena. Todo lo anterior formaba parte de la mayor operación policial contra ETA de los últimos tiempos y era, al mismo tiempo, el inicio de la detención, de lo que el ministro de Interior, Alfredo Pérez Rublacaba, denominó como “el complejo Vizcaya” de la banda terrorista.
Finalmente10 terroristas detenidos en España y 2 en Francia, entre ellos Asier Eceiza, lugarteniente de “Txeroki”, Mikel Garikoitz Aspiazu, considerado en la actualidad como el jefe del aparato de comandos de la banda. Arkaitz Goitkoetxea, reconocía en su declaración ante el juez Baltasar Garzón que también él estaba a las ordenes directas de Mikel Garikoitz Aspiazu, alias “Txeroki”.
Una importantísima operación policial, por la que hay que felicitar a nuestros Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, pero sobre la que surgen inmediatamente dudas, respecto al grado de conocimiento y control de nuestros cuerpos policiales en relación con las actividades de la banda asesina.
Fue RTVE quien lanzó las primeras informaciones en relación con las curiosas características de “piso quemado” del inmueble situado en esta calle Iturribide nº 68 de Bilbao, en pleno casco viejo de la capital vizcaína.
Resulta que en este mismo piso había sido detenido el 12 de noviembre de 2004, otra terrorista de la banda criminal. Concretamente Aitzibir Sagarminaga. Antigua compañera sentimental de Mikel Garikoitz Aspiazu. Y no acaban aquí las casualidades. En el curso de esta operación y, según la acusación policial, había sido detenida en su domicilio en la calle Navarra, Amaia Urizer de Paz, de 22 años que formaría parte del aparato de captación de la banda terrorista ETA. Es hermana de Germán Urizar de Paz, miembro del comando “Matalaz” de ETA detenido el 6 de junio de 1991. También según fuentes policiales, sería antigua novia de Txeroki.
Ambas etarras fueron condenadas recientemente a penas de 5 años de prisión y multa de 27.000 euros cada una, por colaboración con banda armada.
En aquella operación del año 2004, fueron detenidos más terroristas. Entre otros, Oscar Pérez Fernández, alias “Txibo”, quien ingresó en prisión según fuentes policiales, sin que se haya podido conocer su actual paradero, ya que no aparece en la lista de los 576 presos encarcelados en España pertenecientes a la banda terrorista,lista actualizada por la organización “Etxerat” con fecha 21 de julio de 2008 . Oscar Pérez Fernández ya había sido detenido por la Estzaintza en 1996, cuando integraba un talde “Y”, y posteriormente también en 1997 por el Cuerpo Nacional de Policía por estar implicado en actividades de apoyo y colaboración con ETA. Según fuentes policiales Pérez Fernández formaba parte del anterior “comando Vizcaya” desarticulado en julio de 2004, actuaba como “legal” y estaba a las ordenes directas de Garikoitz Aspiazu “Txeroki”.
El piso de la calle Iturribe nº 68 de Bilbao es propiedad de otro viejo conocido de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado: Kepa Suárez.
Kepa Mirena Suárez es un ex preso de la banda terrorista ETA que no pudo ser detenido en el año 2004 al no existir, según afirmó la Audiencia Nacional entonces, ninguna orden de arresto contra su persona.
Y naturalmente las andanzas de Kepa Suárez dieron mucho más de sí a partir de ese momento, en este río revuelto que forman las cloacas etarras agujereadas con micrófonos policiales. Como decimos, su nombre real es Kepa Mirena Suárez Ugarte y, antes de volver a huir después de las detenciones de 2004, ya había sido detenido el 5 de octubre de 1987 por, casualidades de la vida, dar alojamiento en su domicilio a los integrantes de una célula etarra. Su detención fue consecuencia también de la gran redada que se desarrolló en España y Francia a raíz de la captura del dirigente de ETA, Santiago Arróspide Sarasola, “Santi Potros”. La Audiencia Nacional le condenó por los delitos de pertenencia a ETA y por proporcionar información a la organización terrorista sobre miembros de las Fuerzas de Seguridad del Estado. El 21 de febrero de 1995 fue puesto en libertad tras cumplir condena.
Como decíamos, en el año 2004, Kepa Suárez se dio a la fuga para eludir su detención ya que terminó siendo buscado por la Guardia Civil, que no le detuvo en un primer momento, y se le acusaba de ser el responsable del reclutamiento de nuevos activistas en Vizcaya y de hacer llevar a la dirección de ETA las informaciones sobre posibles objetivos que recopilaban otros colaboradores de la organización terrorista.
Pero la tocata y fuga de Kepa Suárez, ha dado para mucho más. Finalmente fue detenido el pasado 27 de marzo de 2007 en compañía de otro “histórico” de la banda: Jon Iurrebaso por las autoridades policiales francesas. Pero ¡oh sorpresa!, en el momento de su detención ambos terroristas se identifican como miembros del “aparato de negociación” de la banda terrorista con el Gobierno de Rodríguez Zapatero. Los dos etarras detenidos, facilitaron a las autoridades policiales francesa dos números de teléfono con los que, según ellos, establecían contactos con “altos cargos” del Ministerio del Interior español.
El caso de los dos números telefónicos calientes del Ministerio del Interior en poder de estos dos etarras, fue investigado inicialmente por el juez del Olmo, hecho que fue calificado en un primer momento como “insólito” por el diario “El País”, para recaer finalmente en manos del juez Baltasar Garzón que, como en el caso del “chivatazo policial a ETA del Bar Faisán en Irún”, no ha conseguido averiguar nada.
Según publicó el diario “La Razón” en su edición del 1 de agosto de 2007, uno de los teléfonos utilizados por el etarra Jon Iurrebasu para moverse por Francia y España, como miembro del aparato de negociación de la banda, recibió llamadas del portavoz socialista Rodolfo Ares. Otros números de teléfono, que según este diario, recibían llamadas de la línea caliente de Iurrebasu, era de un integrante del alto mando policial francés. Concretamente, Christian Lambert. También aparecían llamadas con un alto dirigente socialista que, a su vez, se cruzaban con Rodolfo Ares.
Fue el diario “El Páis” quien vino a poner la guinda a este pastel de relaciones entre policías, socialistas y terroristas de ETA. Según este diario en su edición del 1 de julio de 2007, el Gobierno de Rodríguez Zapatero recurrió en marzo de ese año a una línea telefónica caliente con el Ministerio francés del Interior para que liberase a dos etarras detenidos el 29 de ese mes y que iban a entrevistarse un día después con enviados del presidente español, en Suiza.
Según publicaba ese lunes “El País”, Jon Iurrebaso y Kepa Suárez declararon que ellos también tenían línea directa con "altos cargos" del Ministerio del Interior español, para lo que aportaron como prueba dos números de teléfono que están siendo investigados ahora por el juez Juan del Olmo. Sólo tres meses antes, ETA había matado a Diego Estacio y Carlos Alonso Palate en el atentado contra la T-4.
El diario gubernamental “El País” dejó malparada ese lunes una de las diversas versiones que el Gobierno ha dado sobre la ruptura de la negociación con ETA.
Según afirmaba entonces el presidente José Luis Rodríguez Zapatero, el llamado "proceso de paz" se había roto definitivamente el pasado 30 de diciembre, con el atentado de ETA contra la terminal T-4 del Aeropuerto de Madrid-Barajas.
José Luis Rodríguez Zapatero mentía. “El País” confirmó lo que ETA –por medio de Gara– y el PNV –por medio de Jon Josu Imaz– venían revelando desde hace meses: que la negociación continuó hasta en vísperas de las recientes Elecciones autonómicas y locales del 2007.
El País recurría en esta información al típico lenguaje gubernamental para justificar estos contactos y califica los encuentros como "toma de temperatura". Sin embargo, en el mismo artículo firmado por Ernesto Ekaizer y J.M. Romero, se hacen eco de una confidencia –inédita en España– de "autoridades francesas" al semanario L'Express: en el verano de 2006, en plena fiebre negociadora de ETA y el Gobierno, "un alto responsable del Ministerio del Interior español" solicitó a sus corresponsales del Gobierno francés un número de teléfono "de urgencia" para ser utilizado como salvoconducto de emisarios terroristas en Francia.
El Gobierno español hizo uso por primera vez de esa "línea caliente" inmediatamente después de la detención de Jon Iurrebaso y Kepa Suárez el 29 de marzo de 2007, en la localidad francesa de Périgueux. Según El País, Iurrebaso llevaba encima una nota con tres números de teléfono; uno de ellos, corresponde a un alto cargo del Ministerio del Interior francés, el prefecto Christian Lambert, "en la práctica el número dos" de este departamento, según el diario gubernamental español.
El etarra declaró ante la juez Laurence Le Vert que los otros dos números anotados corresponden a teléfonos móviles de altos cargos del Ministerio del Interior español. Se trata de números de tarjetas pre-pago españolas que el juez de la Audiencia Nacional, Juan del Olmo, está ahora investigando, después de haber recibido una Comisión Rogatoria de su homóloga francesa. Del Olmo ha declarado secretas las actuaciones, según indica “El País”.
En este contexto, el Gobierno español, según “El País”, activó por primera vez la "línea caliente" con el Ministerio del Interior francés, para pedir la liberación de Iurrebaso y Suárez, que un día después, el 30 de marzo, iba a reunirse con emisarios de Rodríguez Zapatero en Suiza, en uno de los varios encuentros que el Gobierno y ETA mantuvieron después del asesinato de Palate y Estacio en Barajas.
La respuesta del Gobierno francés fue negativa. "El problema", según informó “El País”, "es que, en el momento de su detención, los dos etarras circulaban a borde de un coche con matrículas falsas y, además, uno de ellos iba armado. Ningún mecanismo de emergencia o salvoconducto podría nunca servir de protección para personas sorprendidas en delito flagrante en territorio francés".
El PP insistió en su momento, ahora no dice nada, en que, ante este cúmulo de evidencias de negociaciones secretas y trato de favor a los terroristas por parte del Gobierno español, el presidente debería hacer públicas las actas de la negociación secreta con ETA.
Esta es solamente una parte de la historia más oculta de las relaciones entre etarras, policías y militantes del Partido Socialista Obrero Español. Seguiremos informando.
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