

Los agentes registraron con perros varias viviendas del municipio y arrestaron a un adolescente
Las calles de Picassent fueron ayer escenario de una espectacular redada antidroga. Agentes de paisano, uniformados y hasta perros especializados en detección de estupefacientes trabajaron durante todo el día para acabar con dos importantes puntos de venta de droga al menudeo. Al cierre de esta edición, se desconocía el número total de personas arrestadas, así como las sustancias intervenidas, puesto que la operación "estaba abierta", como indicaron fuentes de la Benemérita.
La actuación de la Guardia Civil comenzó entorno a las nueve de la mañana, en el número 13 de la calle Mosén Carbó. Las fuerzas de seguridad entraron por el patio y por una ventana de atrás para evitar la huida de un presunto traficante que habitaba en la finca.
Los agentes tomaron muchas medidas de seguridad, como cortar la línea telefónica para que no pudiera dar aviso de lo que estaba sucediendo y el suministro del agua, para evitar que se deshiciera de droga arrojándola por el váter. Una vez dentro, la Guardia Civil se valió de dos perros especializados en detección de estupefacientes. Los agentes se incautaron de algunas sustancias estupefacientes y arrestaron a un menor que, al parecer, es hijo del presunto camello.
Mientras, en el exterior, los vecinos comentaban el asunto en corrillos. "Esto ya se sabía desde hace mucho tiempo, hasta la propia Guardia Civil", comentó un hombre. El menudo de droga en esta calle de Picassent era conocido por la mayor parte de los residentes. No quisieron dar nombres, pero reconocieron que existe "un clan que se dedica al tráfico de droga desde hace varios años. "Todo el mundo los conoce y sabe que tienen propiedades inalcanzables para otros como dos BMW, un Toyota, plantas bajas y pisos", relataron los vecinos.
"En esta finca él (referido al traficante) lo tiene muy bien montado, con cámaras en la ventanas y dos videoporteros para vigilar quién viene por la calle", afirmó otro vecino. "Han tirado toda la manzana de viviendas y justo este bloque donde él está no. Se ha opuesto a vender y eso que le daban mucho dinero, pero como tiene dos pisos y el negocio aquí montado no quiere", añadió.
Según los vecinos, "el viernes por la noche su piso está muy concurrido por gente que acude a comprar droga. Es un auténtico deambular de personas que se acercan hasta aquí". Los residentes aseguraron que no sólo posee este piso. "También tiene dos plantas bajas, otro más que es de la madre y el de más familiares donde está repartida la mercancía", agregaron.
Los vecinos se mostraban indignados con la detención del adolescentes, ya que, según ellos "el culpable del asunto es el padre". "¿Y ahora qué? ¿Dos años en la cárcel y otra vez a la calle? Que lo metan pero que no salga", reclamó una vecina indignada.
Cuando terminaron con el registro en la calle Mosén Carbó, los agentes realizaron, ya por la tarde, otra inspección en un piso situado a escasos metros, en el barrio de Vallivana. En esta vivienda reside un familiar del primer detenido. Desde primera hora de la mañana, numerosos agentes de la Benemérita custodiaban este inmueble con la esperanza de encontrar droga.
La localidad de Picassent ya ha sido en otras ocasiones escenario de importantes operaciones antidroga. En agosto de 2004, un registro en un almacén en este municipio puso fin a la operación contra el tráfico de hachís más importante desarrollada por la Guardia Civil de Valencia. En aquella ocasión, una red de narcotraficantes introdujo 15.000 kilos de esta sustancia camuflados en cajas de cuscús. La organización distribuía la droga por Italia y otros puntos de Europa.
En 2002, en sólo diez días fueron incautadas casi 11 toneladas de hachís, cerca de un tercio de lo intervenido un año antes. En el marco de esa actuación, la Guardia Civil confiscó en Picassent, cerca de 3.000 kilos de la droga. Dos marroquíes fueron arrestados tras un persecución de más de 20 kilómetros. La operación permitió acabar con una importante red de transporte de droga en la Comunitat Valenciana.
Operaciones menores también se han desarrollado en Picassent en los últimos años. En febrero de 2001 la Guardia Civil desmanteló dos puntos de distribución de drogas e intervino 250 gramos de heroína y cocaína.
Unos meses más tarde, dos individuos fueron arrestados por agentes de la Guardia Civil de Picassent. Los agentes les hallaron 15.000 pastillas de éxtasis y 250 gramos de hachís en el interior del coche que conducían
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