viernes, 20 de junio de 2008

19/06/2008 Condenado a 19 años por matar a un hombre en una discusión de tráfico


Sucesos
EFE
Trragona
La Audiencia Provincial de Tarragona ha condenado a una pena de 19 de años de cárcel a Juan Alberto G.D., acusado de matar a tiros a un ciudadano marroquí en agosto del año 2005 en Tortosa (Tarragona) por una discusión de tráfico.

El procesado ha sido condenado a 17 años de prisión por un delito de asesinato y a dos años más por otro delito de tenencia ilícita de armas, según han informado fuentes judiciales.

En la sentencia, el juez desestima el agravante de racismo que solicitaba la acusación particular al considerar que el desencadenante de los hechos fue una discusión porque la víctima tenía mal aparcada la bicicleta, y precisa que la nacionalidad de ésta fue "indiferente" en el resultado de la acción perpetrada por el acusado.

Tampoco considera que concurriera la circunstancia atenuante de trastorno mental y de alteración de la conducta por drogas, tal y como sostenía la defensa, ejercida por Joan Maria Porres.

En declaraciones a EFE, el letrado defensor ha explicado que estudiará la posibilidad de recurrir la decisión judicial, si bien sólo ha recibido el fallo y todavía no tiene constancia de la totalidad de la sentencia, que tendrá que estudiar.

La pena impuesta a Juan Alberto G.D. es la misma que solicitaba la fiscalía, mientras que la acusación reclamaba una pena mayor, 23 años, porque pedía que se aplicara la agravante de racismo, y la defensa la pena mínima, de 12 años.

El jurado popular declaró culpable de asesinato y de tenencia ilícita de armas al acusado el pasado mes de mayo, tras el juicio celebrado en la Audiencia de Tarragona.

El crimen ocurrió el 30 de agosto de 2005 cuando el procesado y la víctima, Sellam Essababb, de 36 años, mantuvieron una discusión porque el ciudadano marroquí obstaculizaba el tráfico con su bicicleta en una calle de Tortosa.

El supuesto homicida se marchó del lugar y regresó unos minutos después y desde su vehículo efectuó cinco disparos con una pistola alcanzando a la víctima en la calle, quien murió en el acto.

Tras el crimen, el agresor arrojó el arma al río Ebro, que fue hallada posteriormente, y huyó a Roquetas de Mar (Almería), donde fue detenido el 2 de septiembre de 2005.

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