Ser portero de un local de alterne es un trabajo peligroso. Acostumbrados a lidiar con clientes que se niegan a pagar, otros que se exceden con las trabajadoras, o aquellos, que fruto de la bebida, lo único que buscan es armar bronca, los llamados ‘gorilas’ se ganan a pulso cada noche este sobrenombre.
El problema radica cuando el cliente en cuestión va armado. Y eso es precisamente lo que ocurrió la noche del sábado en un pub de la calle Fuente de San Luis de Valencia. El portero de este club de ocio resultó herido por arma blanca al intentar defender a una de la empleadas del local de un hombre, de etnia gitana, que esgrimía una navaja de 18 centímetros de filo.
La Policía Local del distrito de Ruzafa logró detener al agresor minutos después en la avenida Hermanos Maristas, mientras que el joven vigilante fue trasladado al Hospital Peset de Valencia con un corte profundo en el dedo corazón de una mano.
La agresión tuvo lugar a las 20.00 horas del sábado a la altura del número 110 de la calle Fuente de San Luis de Valencia. Un hombre de 56 años y etnia gitana acudió al pub Lorena en compañía de unas mujeres, al parecer, dedicadas al oficio más antiguo del mundo.
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