Un artefacto estalló en un pabellón del Ministerio de Trabajo de Arrigorriaga y los otros dos, junto al organismo laboral del Gobierno vasco en San Sebastián
ETA reapareció esta madrugada con sendos atentados en Arrigorriaga y en San Sebastián. La organización terrorista escogió como objetivo instituciones relacionadas con el mundo laboral, en coincidencia con la celebración del Primero de Mayo. En la capital guipuzcoana, colocó dos artefactos junto al centro del Instituto Vasco de Seguridad y Salud Laborales, Osalan, dependiente del Departamento de Justicia, Empleo y Seguridad Social que dirige Joseba Azkarraga; y en la localidad vizcaína, una explosión sin aviso previo causó daños en la entrada de un pabellón de la Seguridad Social. No hubo heridos en ninguno de los dos ataques.
El primero de los atentados ocurrió en el polígono industrial Martiartu, situado en el barrio del mismo nombre de Arrigorriaga, que a esa hora aún registraba actividad. La Tesorería de la Seguridad Social tiene en la calle 2 del complejo varios módulos dedicados a almacenar vehículos y otros efectos embargados por impago, así como impresos internos del organismo. Según informó el Departamento de Interior, en torno a las 0.00 horas se produjo una explosión. Aunque en un principio los destrozos parecían de importancia, una inspección más detallada sólo confirmó daños en al acceso al pabellón, explicó Interior. Sin embargo, 'Efe' detalló que la detonación abrió un boquete de 20 metros cuadrados en la fachada, destrozó varios vehículos estacionados en las dependencias y arrancó del marco la persiana del local contiguo.
Tres dotaciones de Bomberos del parque de Basauri trabajaron en la extinción de un pequeño incendio desencadenado por la deflagración. La Ertzaintza, entretanto, desalojó la zona mientras rastreaba el perímetro con perros ante la posibilidad de que hubiera otra bomba escondida.
Al contrario del procedimiento empleado en Arrigorriaga, en San Sebastián sí hubo advertencia previa. La DYA de Vizcaya recibió sobre las 23.25 horas una llamada en nombre de ETA con un mensaje grabado mediante un dispositivo distorsionador de la voz que decía: «Escuche con atención, dos potentes bombas han sido colocadas en la sede de Osalan, en la calle Maldatxo bidea, en San Sebastián-Donostia». La grabación fue reproducida dos veces consecutivas y, según fuentes de la lucha antiterrorista citadas por 'Europa Press', la comunicación se realizó desde una cabina próxima al edificio de Osalan.
Junto al Oncológico
El comunicante anunció las explosiones para las 0.30 horas, y así ocurrió. Para entonces, la Ertzaintza ya había acordonado la zona, en el barrio de Egia, y tomado el resto de las medidas de prevención habituales. Según Interior, uno de los artefactos estalló en el parking del Instituto Oncológico, próximo al organismo, y el segundo, en una zona ajardinada cercana también a las instalaciones de Instituto de Seguridad Laboral. No obstante, cerca de las tres de la madrugada se desconocía aún el punto exacto de las detonaciones, ya que no habían aparecido restos de los artefactos y no había daños materiales perceptibles a primera vista.
Osalan se ocupa de la prevención de riesgos laborales, un ámbito sobre el que ETA se ha pronunciado en diversas ocasiones. Una de las últimas, en la entrevista a 'Gara' de enero pasado, cuando lanzó una amenaza a los militantes socialistas que luego ha llevado dramáticamente a efecto. La banda se refirió entonces a los accidentes laborales como «terrorismo patronal», del que culpó a la «hipocresía» de los empresarios que «explotan a la clase trabajadora» y a unas administraciones públicas cuya respuesta «ha sido pasar la pelota de un lado a otro».
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