domingo, 27 de abril de 2008
Herido grave un ertzaina al salvar a una mujer de un incendio en Erandio
El agente, fuera de servicio, rescató a una vecina de avanzada edad atrapada en el balcón del cuarto piso
27.04.08
Un ertzaina fuera de servicio resultó ayer herido de gravedad al intentar auxiliar a una mujer de avanzada edad en cuyo piso de la calle Obieta de Erandio se había desatado un virulento incendio. La vecina, identificada como María M., tuvo que ser trasladada también al hospital de Cruces con lesiones leves. Los bomberos se vieron obligados a desalojar por seguridad a las veinte familias del bloque durante algo más de hora y media.
Eran las cinco menos cuarto de la tarde cuando Julia, vecina del 4ºA, escuchó que llamaban a su vecina María a gritos. Se asomó al balcón para ver qué ocurría y vio a la mujer, septuagenaria, «aferrada a la barandilla de su balcón». «Pensaba que se había caído, pero al poco ví las llamas tras ella». Con el rostro «desencajado», intentaba volver a entrar a su casa. «No pensaba en ella, sólo le preocupaba la casa. Es que ha vivido allí toda su vida», explicaba ayer Julia, quien proporcionó a su vecina toallas empapadas de agua para que el humo le afectara lo menos posible.
La mujer se acababa de quedar sola en casa. Su hijo Donato había bajado a tomarse un café a un bar próximo. No se explicaba qué podía haber pasado. «No había electrodomésticos enchufados, no entiendo lo que ha ocurrido», explicó el hombre a los bomberos.
Mientras tanto, un ertzaina fuera de servicio y vecino de la localidad que pasaba en ese momento por la zona entró enseguida al portal, subió al 4º y tiró la puerta abajo para auxiliar a María, que según los vecinos, tiene problemas para caminar y «estaba aterrada». Una vez en el balcón, ayudó a la mujer a pasar al de su vecina para que pudiera salir por la puerta. Ya en la calle, el agente tuvo que ser trasladado al hospital de Cruces en una UVI aquejado de una intoxicación severa por inhalación de humo. La mujer también fue atendida en el lugar por una ambulancia de la Cruz Roja, y finalmente evacuada al mismo centro, pero su estado no revestía gravedad.
«Se derritió el casco»
Un total de 20 bomberos de los parques de Artaza y Urioste, con tres bombas y dos escalas, acudieron a sofocar el incendio. Tal era la virulencia de las llamas y la alta temperatura que había alcanzado el interior de la vivienda que a Julen, el primero que accedió a la vivienda de María, se le «derritió la pantalla del casco» al entrar. Pese a la rápida intervención de los bomberos, el piso quedó «totalmente calcinado» y el suelo de los pisos superiores se vio muy afectado por el fuego.
Los vecinos de las tres primeras plantas pudieron regresar a sus casas sobre las seis y media de la tarde. Media hora después volvieron las ocho familias que ocupan el 4º y el 5º piso del portal número 40. «Ha sido un susto tremendo. Estas cosas impresionan mucho y yo estaba con los niños», contaba Ángeles.
Los bomberos abrieron ayer una investigación para determinar las causas del suceso. El primer paso será «desescombrar» todo el piso. Los vecinos, taza de tila en mano, se mostraban convencidos de que el origen de las llamas tuvo que ser «un cortocircuito eléctrico» porque la casa «no funciona con gas».
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