lunes, 23 de abril de 2007

¿ QUE ES LA CRIMINOLOGIA ?

¿ QUE ES LA CRIMINOLOGIA ?

Se puede definir la Criminología como la ciencia empírica e interdisciplinaria, que se ocupa del estudio del crimen, de la persona del infractor, la víctima y el control social del comportamiento delictivo, y trata de suministrar un información válida, contrastada, cobre la génesis, dinámica y variables principales del crimen, así como sobre los programas de prevención eficaz del mismo y técnicas de intervención positiva en el hombre delincuente.
Esta definición de Criminología insinúa ya algunas de las características fundamentales de su método (empirismo e interdisciplinariedad), anticipando el objeto (análisis del delito, el delincuente, la víctima y el control social) y funciones de aquella (explicar y prevenir el crimen e intervenir en la persona del infractor).

La Criminología como Ciencia

La Criminología es una ciencia. Aporta una información válida, fiable y contrastada sobre el problema criminal; información obtenida gracias a un método (el método empírico) que descansa en el análisis y observación de la realidad. No se trata, pues, de un «arte», o de una «praxis» sino de una genuina «ciencia». Precisamente por ello, la Criminología dispone de un objeto de conocimiento propio, de un método o métodos y de un sólido cuerpo de doctrina sobre el fenómeno delictivo, avalado, por cierto, por más de un siglo de investigaciones.
Pero esto no significa que la información suministrada por la Criminología deba reputarse exacta, concluyente o definitiva. Pues la Criminología es una ciencia empírica, una ciencia del «ser», pero no una ciencia «exacta».
En consecuencia, la cientificidad de la Criminología sólo significa que esta disciplina, por el método que utiliza, está en condiciones de ofrecer una información válida y fiable (no refutada) sobre el complejo problema del crimen, insertando los numerosos y fragmentarios datos obtenidos del examen de éste en un marco teórico definido. La corrección del método criminológico garantiza el rigor del análisis de su objeto, pero no puede eliminar la problematicidad del conocimiento científico, ni la necesidad de interpretar los datos y formular las correspondientes teorías.
Esto no es un demérito en la consideración de la Criminología como ciencia; es más, podría afirmarse que el modelo o paradigma de ciencia que hoy en día es el dominante dista mucho del causal explicativo que abanderó el positivismo naturalista, basado en pretensiones de seguridad y certeza. El conocimiento de la realidad es siempre parcial, fragmentario, provisional, cambiante y los campos propios de las diversas disciplinas que versan sobre el hombre y la sociedad (como es el caso de la Criminología), estrechamente relacionados entre sí, se amplían y modifican sin cesar. De esta suerte, el saber científico, en otros tiempos paradigma de exactitud, ha devenido cada vez más relativo e inseguro: es un saber provisional, abierto. Ya no persigue descubrir las férreas leyes universales que rigen el mundo natural y social, sino que parece conformarse con obtener una información sobre la realidad válida, fiable, no refutada. No busca exactitud sino probabilidad, no habla de «causa» y «causalidad» sino de otro tipo de conexiones menos exigentes (factores, variables, correlaciones, etc).
Ello se debe, en parte, a la evidencia de que el hombre transciende la «causalidad», la «reactividad» y la «fuerza», porque es sujeto y no objeto del acontecer y de la historia; y su comportamiento, siempre enigmático, responde a claves muy complejas e inciertas.

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