La Ertzaintza retira las fotos de etarras en Mondragón por orden de la Fiscalía

A. SANTOS EC

El PSE prometió el sábado, en un homenaje a Isaías Carrasco, acabar con ese «muro de la vergüenza»
El fiscal cree que hay un delito de enaltecimiento
El «muro de la vergüenza» desapareció ayer del centro de Mondragón. La Ertzaintza retiró a primera hora de la tarde las fotografías en blanco y negro de una quincena de miembros de ETA colgadas en la fachada de una entidad bancaria, muy cerca del Ayuntamiento, gobernado por la izquierda radical. La Policía autónoma cumplía así con el requerimiento que apenas unas horas antes había efectuado «como medida cautelar» la Fiscalía de la Audiencia Nacional al entender que los retratos constituían un presunto delito de enaltecimiento del terrorismo y una «humillación» a las víctimas. Las instantáneas mostraban, entre otros, a unos jóvenes Unai Parot, José Ignacio Gaztañaga, José Gabriel Urizar, María Asunción Arana y Eugenio Barrutiabengoa, todos ellos detenidos y encarcelados.
La Fiscalía actuó de manera fulminante poco después de que le llegara un informe de la Delegación del Gobierno en el País Vasco. El departamento que dirige Javier Zaragoza ha abierto, además, diligencias penales y ha instado a la Consejería de Interior a investigar quiénes han podido colocar estas imágenes para sentarles en el banquillo de los acusados. El Ministerio Público ha instado a la Policía autónoma a retirar estas imágenes «cuantas veces haga falta», si alguien las vuelve a poner en el mismo lugar.
Los agentes acudieron a la calle Maalako Errabala pasadas las 14.45 horas, cuando la zona estaba casi desierta y la mayoría de los habitantes se encontraba comiendo en sus domicilios. Ocho patrullas pertrechadas con material antidisturbios se desplegaron por el centro de la localidad y procedieron a desatornillar el armazón de aluminio donde estaban colocadas las imágenes. Los ertzainas fueron recriminados, no obstante, por «tres o cuatro» vecinos cuando abandonaban la localidad, una vez acabado el trabajo. La estructura, despiezada en varias furgonetas, deberá ahora ser puesta a disposición de la Fiscalía en Madrid, según explicaron fuentes judiciales.
Fin de la «impunidad»
La retirada de esta instalación se produce apenas cinco días después de que el secretario general del PSE y aspirante a dirigir la Lehendakaritza, Patxi López, prometiera que, si es finalmente investido jefe del Ejecutivo autónomo, acabará con la «impunidad de los terroristas» y con homenajes como el que se tributaba a los etarras nacidos en Mondragón. Un compromiso que López hizo público durante el acto de recuerdo al ex edil socialista Isaías Carrasco, celebrado el pasado sábado al cumplirse el primer aniversario de su asesinato.
El crimen, cometido apenas un par de días antes de las elecciones generales de 2008, puso el foco sobre un municipio guipuzcoano que desde hace décadas es un bastión de Herri Batasuna y de los partidos ilegalizados que le han sucedido. Gobernado por ANV -partido proscrito por el juez Baltasar Garzón y cuyos representantes en ese municipio mantienen el poder como concejales no adscritos-, los partidos de la oposición no consiguieron materializar una moción de censura liderada por el PSE después de que la alcaldesa, Inocencia Galparsoro, y su grupo se negara a condenar el atentado.
Sí desaparecieron durante unos días las fotos de los etarras -entre las que figura la de Henri Parot, condenado a 5.000 años de cárcel como jefe del comando itinerante más sanguinario de ETA- que, pasada la atención informativa, volvieron a la fachada de una entidad bancaria. Lo hicieron, además, sobre un soporte de mejor calidad al que tenían con anterioridad.
Parlamentarios belgas que visitaron Euskadi en febrero para conocer la situación de los políticos vascos amenazados habían llamado la atención sobre esta instalación y subrayaron la paradoja de que mientras representantes elegidos democráticamente debían salir a la calle con escolta, en el centro de una localidad se rendía homenaje a los terroristas que les querían matar. Así lo aseguraron en una reciente comparecencia en el Parlamento Europeo.