Sucesos
Los agentes del Seprona y las policías locales buscan la jauría que atacó dos rebaños en Villahermosa
CASTELLÓN
Algunas de las ovejas muertas junto al corral. Los ganaderos de Castellón no ganan para disgustos. A la difícil situación de renta que soporta el sector en la provincia y en el conjunto de la Comunitat Valenciana se une ahora la gran inseguridad que padece su actividad. Dos ganaderos de la localidad de Villahermosa del Río perdieron ayer prácticamente toda su cabaña de ovejas tras un ataque de perros asilvestrados.
Según denunció ayer el sindicato agrario La Unió de Llauradors y Ramaders, unos canes atacaron los rebaños de dos ganaderos de esta localidad del Alto Mijares y se cobraron la vida de 98 ovejas, además de dejar malheridas a otras 15.
Ambos profesionales de la ganadería, que cuentan con explotaciones de ovino-caprino, temen que debido al estrés generado al resto del rebaño por el ataque de estas fieras caninas se produzcan abortos en las ovejas que han salido indemnes. Esta circunstancia agravaría aún más un ataque que ambos trabajadores del campo califican de "catastrófico".
Los hechos fueron puestos en conocimiento del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil, cuyos agentes buscan la jauría con la ayuda de las policías locales de la zona.
Otro ataque similar en 2007
El hecho acontecido en Villahermosa no es un suceso aislado. Justo hace un año, el 24 de noviembre de 2007, otra jauría de perros asilvestrados mató 50 ovejas en el término de Castellón tras saltar la valla de una explotación situada entre la zona de la Quadra Els Mestrets y el barranco del Sol.
Varios de los animales murieron por los mordiscos de los canes y el resto pereció por asfixia tras apelotonarse después del ataque. Otras 25 ovejas resultaron heridas. Días antes se produjo un ataque canino similar en otra granja en el término municipal de Castellón que se saldó con otras cuatro ovejas muertas.
La Policía Local de Castellón acudió con urgencia al lugar de los hechos tras recibir el aviso de madrugada. Los agentes pusieron en marcha de inmediato un dispositivo de búsqueda por la zona para localizar a la jauría de perros.
En los días posteriores al ataque, los agentes municipales intensificaron las labores de vigilancia en los alrededores de la finca para evitar hechos similares. Además, miembros del Centro de Protección de Animales de Castelló instalaron varias jaulas trampa para intentar cazar a los perros salvajes.
Estas jaulas constan de un cebo que atrae a los perros. Primero se intenta capturarlos con vida, incluso se recurren a dardos anestésicos y como último recurso se emplean las armas reglamentarias si existe peligro para las personas, según informaron fuentes policiales.
Desde la Unió de Llauradors reclaman a la Administración más medidas de seguridad para evitar el "alto grado de indefensión" que sufren los trabajadores del sector agroalimentario en la Comunitat Valenciana.
De hecho, desde la Unió también denunciaron que el agricultor de Almenara que hace dos semanas sufrió un robo en su plantación de alcachofas volvió a ser víctima de los ladrones de verduras este domingo.
Cabe recordar que este agricultor, de 48 años de edad, protagonizó un sonado suceso al disparar con su escopeta de perdigones a los tres individuos que habían entrado a robar en su finca de la partida de la Tallola.
Tras esos hechos, que le llevaron a ser detenido por la Guardia Civil por un delito de lesiones con arma de fuego, este agricultor ha visto cómo le volvían a robar su género "como ocurre cada año cuando suben las cotizaciones de las alcachofas cuando se acerca Navidad", indicaron ayer desde la Unió de Llauradors. Por ello reclaman más presencia policial en el campo.
También desde las organizaciones agrarias se vienen denunciando los reiterados robos de algarrobas en otras zonas de la provincia de Castellón. Unos hurtos que han llevado a los agricultores a organizar partidas de vigilancia para apresar a los ladrones.
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