jueves, 15 de enero de 2009

Encañonan y maniatan a un hombre para robarle el coche y 600 euros en Paterna

"Me pusieron la pistola en la nuca y me encerraron en un almacén", relata la víctima

A. CHECA| VALENCIA

"Son cosas que pasan en la vida". José trataba ayer de quitarle hierro a la violenta experiencia que había vivido apenas unos minutos antes. Pero el temblor en su voz mientras relataba lo ocurrido delataba la angustia vivida por este empleado de una empresa de alquiler de vehículos de Paterna.

"Cuando me giré se estaban colocando los pasamontañas y me pusieron una pistola en la nuca". El pavor que el hombre de 39 años reconoció haber sentido en ese momento se transmitía aún en la conversación mantenida con LAS PROVINCIAS.

José se disponía a cerrar la puerta de la empresa Furgocar, situada en la calle Bombers, junto al polígono Fuente del Jarro, cuando tres individuos aparecieron junto a él. "Desde un principio me dieron mala espina". Los desconocidos comenzaron a preguntar a la víctima por el precio de alquiler de una furgoneta. Su respuesta fue que volvieran por la tarde, que estaba ya cerrando el negocio.

"Pero uno de ellos se metió directamente en la nave", añadió José. El trabajador decidió entonces entrar en la empresa y darles una tarjeta telefónica a los individuos. El hombre caminó hacia un mostrador a unos cuatro metros de la entrada. José dio la espalda a los desconocidos y estos mostraron entonces sus verdaderas intenciones.

En escasos segundos se vio rodeado por los tres encapuchados y con una pistola apuntando directamente a su cabeza. Los atracadores -dos españoles y uno con acento extranjero, según el asaltado- comenzaron a amenazarle e incluso a propinarle alguna patada. "¡Queremos más dinero, sigue buscando!" o "¡cuidado, que hay una cámara!" fueron algunos de los gritos que lanzaron los ladrones.

"Me obligaron en todo momento a que fuera yo el que tocara la caja". El grupo de delincuentes trataba así de no dejar ninguna huella en el escenario del asalto. Finalmente, 600 euros fue el botín que lograron los atracadores, tal y como señaló el afectado.

Pero los maleantes aún prolongaron un cierto tiempo su presencia en el interior de la empresa de alquiler de vehículos. Su siguiente paso fue obligar a José a tumbarse en el suelo. Provistos de un rollo de cinta empleada para embalaje, los delincuentes ataron de pies y manos al asaltado. La banda también colocó un trozo de cinta en la boca de la víctima para impedir que pudiera pedir ayuda. "Así me dejaron encerrado en un cuarto".

El afán delictivo de los acusados tampoco se detuvo ahí. La banda se hizo con las llaves del vehículo de José, aparcado a las puertas de la empresa, y huyeron con el turismo, un Seat Toledo de color gris metalizado y con la matrícula 9137-BHS.

Pasados unos minutos, José pudo liberarse de sus ataduras. Al instante alertó a la policía. Las Fuerzas de Seguridad acudieron de inmediato a la calle Bombers y difundieron entre todas las patrullas la descripción de los sospechosos y del turismo robado. Tras el robo, el principal temor del asaltado radicaba en que, junto a su vehículo, los maleantes se habían llevado su documentación e incluso las llaves de su casa. El empleado de Furgocar no fue el único en sentir temor ayer. La noticia del robo se extendió por el polígono y la psicosis a ser víctimas de otro delito se instaló en los trabajadores.

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