jueves, 8 de enero de 2009

Dos presos de la cárcel de Zuera (Zaragoza) ingresan en celdas de aislamiento tras la muerte de tres reclusos del centro

Dos presos del Centro Penitenciario de Zuera (Zaragoza) han sido ingresados en celdas de aislamiento fruto de las investigaciones llevadas a cabo por la administración penitenciaria tras el fallecimiento de tres reclusos de esta cárcel en seis días, entre el 30 de diciembre de 2008 y el 4 de enero de 2009. Una de las hipótesis que se baraja es que las muertes se pudieron producir por sobredosis o consumo de drogas en mal estado.

Fuentes de la secretaría general de Instituciones Penitenciarias explicaron a Europa Press que el aislamiento es una medida regimental como consecuencia de la investigación interna, diferente de la investigación judicial.

El aislamiento se ha producido por su presunta relación con la partida de heroína que provocó la muerte de los tres reclusos, informó hoy el Periódico de Aragón. Los dos estaban internos en el mismo módulo que albergaba a los tres hombres fallecidos.

El primero de los internos que murió, Diego F.F., de 39 años, natural de Murcia, lo hizo el pasado 30 de diciembre en el interior de su celda. Sobre las 5.30 horas, su compañero avisó a los funcionarios de que se encontraba mal, y éstos a los médicos, que ya no pudieron hacer nada, indicaron fuentes de Instituciones Penitenciarias.

Cumplía una pena de 8 años y 7 meses por los delitos de robo, quebrantamiento de condena, contra la salud pública y lesiones y había ingresado en Zuera en julio de 2006. Pertenecía al módulo de destinos, al igual que los otros dos reclusos, y realizaba trabajos en la lavandería del centro.

Al día siguiente, 31 de diciembre, falleció José Carlos A.S., de 42 años. Su compañero de celda, sobre las 15.40 horas, llamó a los funcionarios porque le había visto inconsciente, aunque tampoco los médicos pudieron hacer nada por salvar su vida. Este recluso, natural de Zaragoza, ingresó por última vez en prisión en enero de 2005, y cumplía una condena de 6 años y 9 meses por robo con violencia. En la actualidad, trabajaba en labores de limpieza y en el economato.

La última de las muertes se produjo el día 4 de enero. Este recluso, J.P.N., de 29 años, se encontraba cumpliendo una condena de 17 años por matar a su novia en la capital aragonesa. Según la Dirección General de Instituciones Penitenciarias, el interno se encontraba cumpliendo condena desde el año 2001 y trabajaba en la panadería de la cárcel.

El pasado domingo fue encontrado muerto, sobre las 17.40 horas, en la cama de su celda por un funcionario. J.P.N. tenía permiso para estar en su celda a esas horas y dormir la siesta ya que madrugaba porque hacía labores en la panadería

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